Como cada año, el Concurso Mundial de Bruselas (CMB) ha publicado sus observaciones de las últimas tendencias del sector vinícola. La primera de ellas tiene que ver con la producción responsable y la salud. Los consumidores actuales se preocupan del origen y los métodos de producción del vino, lo que está revirtiendo en un aumento de lanzamientos de vinos biológicos, naturales y ecológicos.
El CMB señala que las inscripciones de este tipo de vinos en el certamen han aumentado de forma significativa en los últimos 10 años y se han duplicado desde 2015. En cuanto al origen de los vinos premiados en esta categoría, proceden principalmente de Italia, Francia y España, si bien se encuentran ya referencias de China, Grecia y Moldavia.
Otras tendencias que están experimentando grandes avances entre los consumidores y que están repercutiendo en el sector del vino, son el veganismo (con producciones más respetuosas con el medio ambiente) y el consumo de bebidas con bajo contenido alcohólico. Por otro lado, el cambio climático está afectando a los niveles de azúcar residual en los vinos y haciendo que los viñedos se desplacen hacia el norte, por lo que CMB estima que un gran reto será poder elaborar vinos tintos frescos, afrutados y de menor graduación.
Ganan terreno, pues, también los tintos ligeros y frescos que expresan el terruño, especialmente con el uso de variedades de uva autóctonas. La producción de variedades internacionales ha aumentado en todo el mundo, pero la atención se centrará en las autóctonas, con énfasis en los vinos de terruño. Los consumidores buscan experimentar y probar vinos locales más específicos y, además, están dispuestos a pagar más por productos que se salen de lo habitual. En el CMB 2018, España obtuvo la mayoría de sus medallas para vinos de variedades autóctonas como tempranillo, garnacha y verdejo.
Según el CMB, España sorprende con nuevas propuestas creativas, tanto en rosados de mayor calidad, como en vinos azules ('Gik Blue', seguida de otras marcas) y polos elaborados con cava ('Anna Ice Edition Rosé' de Codorníu en colaboración con Jordi Roca).
A pesar de la desaceleración económica de China, se espera que el país aumente sus importaciones de vino en un 8% en 2019, según el International Wine and Spirits Record (IWSR). Esta estimación se basa en el interés creciente por el vino de los consumidores jóvenes. Como país anfitrión del CMB 2018, China registró un aumento del 168% en el número de medallas en comparación con 2017 y, de hecho, los vinos más caros galardonados con el premio CMB en el concurso del año pasado procedieron de China.
Si bien éste seguirá siendo un mercado atractivo para los exportadores, los analistas creen que Singapur, la República Checa y Taiwán tienen el mayor potencial como nuevos mercados de vino en los próximos cinco años.