Caprabo prevé incorporar a lo largo del primer cuatrimestre de ejercicio una decena de franquicias a su red. Estas aperturas se repartirán en las cuatro provincias de su principal zona estratégica que es Cataluña y servirán para compensar, en parte, su descenso de cuota por red propia, tras los cierres y traspasos de locales efectuados por la compañía en los últimos meses, como consecuencia de su reestructuración comercial.
En el último ejercicio, la compañía ha reducido un 7,4% la superficie de venta gestionada de manera directa, tras vender siete locales (8.540 m2), seis de ellos a la firma alemana Lidl y uno a la cadena leridana Plusfresc, y clausurar otros tres centros. Así, en la actualidad, su estructura de puntos de venta propios se sitúa en 255 puntos de venta (216.176 m2), habiendo computado la apertura también el pasado año de un establecimiento en el Barrio de Gràcia de Barcelona.
Ahora, la estrategia de Caprabo pasa por diseñar un plan sustentado en el modelo de gestión franquiciado, formato que, según la empresa, le está reportando incrementos en facturación en estas tiendas de hasta el 17%. Asimismo, también ha comunicado su intención de desarrollar aperturas orgánicas a lo largo de 2019.
Caprabo incrementó un 1,8% su planta comercial franquiciada en 2018, hasta los 17.639 m2 repartidos entre un total de 64 franquicias, tras su balance de aperturas y cierres. Cataluña alberga prácticamente la totalidad de esta red (60 puntos de venta) y el resto, Andorra.
En total, la compañía destinó 1,4 M€ el pasado año a la apertura de tiendas. Con todo, en su mercado estratégico, su superficie comercial ha disminuído un 5%, hasta los 219.745 m2. A cierre de 2018, Caprabo contaba con un total de 319 puntos de venta (233.815 m2), repartidos en los mercados de Cataluña (296 supermercados), Navarra (17) y Andorra (5).