El sector nacional de aceite de oliva atraviesa una encrucijada por registrar la segunda campaña de menor producción en veinte años y vivir una escalada de los precios, que deriva del recorte de la cosecha olivarera y de la volatilidad del mercado y puede dañar el posicionamiento del oro líquido español en los mercados internacionales. Sin embargo, las altas tarifas y el retraimiento del consumo que provoquen pueden permitir, en última instancia, mantener cierta capacidad de abastecimiento para llegar a la siguiente cosecha, como se describe en el informe publicado por Alimarket en enero.
Anierac y Asoliva, las patronales de envasadores y exportadores, quieren que "la opinión pública conozca las causas de este impulso de los precios del aceite de oliva, ante los mensajes que se lanzan pidiendo una contención de los márgenes para evitar una subida de los precios en el lineal". En sus explicaciones -recogidas en un comunicado-, estas asociaciones no culpan a los elaboradores ni a los olivareros. "Por un lado, los costes de los productores se han disparado por el escenario macroeconómico de incertidumbre que ha elevado los precios de todos los insumos necesarios para producir oliva. Por otro, hay que ir a las últimas estadísticas de la Unión Europea publicadas, donde se aprecia una reducción de la producción europea por las condiciones del clima de un 33,8% este año, respecto al anterior. Anierac y Asoliva agradecen a los agricultores su esfuerzo pese a una caída de la producción española a la mitad, con respecto al año anterior, y los animan a tomar medidas de modernización de los cultivos que mejoren la gestión y refuercen nuestro liderazgo a nivel mundial", recogen.
"Entre enero de 2022 y enero de 2023, los precios en origen en la UE se acrecentaron un 60% (de 3,36 €/kg a 5,33 €/kg). En cambio, en las tiendas, el ascenso fue del 35%, según los datos de variación interanual del IPC. Estas cifras oficiales son una prueba irrefutable de que la industria del aceite está haciendo un gran esfuerzo que afecta a sus márgenes comerciales y que los envasadores están poniendo todo de su parte para evitar la subida del aceite, que tiene su origen en otros factores”, señala Primitivo Fernández, director de Anierac. Además, desde la organización de embotelladores se añade: "El posible efecto positivo de la reducción del IVA al 5% durante seis meses ha sido anulado por este impuesto al plástico y por las circunstancias negativas que se han acumulado este año en el sector".
"En los últimos meses, las exportaciones españolas han ido reduciéndose. En el mes de diciembre, cayeron ya un 30%, según los datos registrados en el Ministerio de Agricultura. Esto va a seguir sucediendo en los próximos meses como consecuencia del aumento de los precios en origen de un 60%. No podemos permitirnos una pérdida de competitividad del sector y debemos seguir trabajando para mantener el liderazgo mundial", declara Rafael Pico, director general de Asoliva.
De cualquier modo, España contará esta campaña- según las previsiones oficiales- con un producción de solo 780.000 t, de modo que la participación de nuestro país en la elaboración mundial caerá del 44% que supuso en el curso 2021/2022 al 29%, como se analiza en el informe de Alimarket. A su vez, las disponibilidades nacionales se pueden incrementar por el recurso de los operadores nacionales a las compras en otros países productores, como ya sucedió en el periodo en que el aceite de oliva envasado elaborado en España estuvo gravado por un arancel en EE.UU.
"Anierac y Asoliva piden a los gobiernos y a los reguladores facilidades para ayudar al sector tomando medidas, planificadas, consensuadas y efectivas, que huyan de la comunicación demagógica y busquen la máxima efectividad en las decisiones que se adopten para reforzar al sector", concluye el comunicado.