El sector español de bebidas refrescantes recuperó los niveles previos a la pandemia tanto en término de facturación como de consumo al cierre del ejercicio 2022, tal y como desvela la Asociación de Bebidas Refrescantes (Anfabra) sobre la base del ‘Informe de Impacto Social y Económico del sector de Bebidas Refrescantes en España’ elaborado por la consultora financiera AFI .
En concreto, a lo largo del periodo se comercializaron 4.357 Ml de refrescos, un 10% más que en 2021 y hasta un 89,6% más que en el el año 2020, una favorable evolución que AFI achaca al auge del turismo y la recuperación del canal hostelero, canal que reporta el 60% de las ventas del sector. El consumo se situaba así en niveles similares a los del ejercicio 2019, cuando se vendieron en nuestro país 4.326 Ml de bebidas refrescantes. Al término de 2022, el consumo español per cápita se situó en torno a los 47 l anuales de refrescos.
En términos de facturación, las ventas totales alcanzaron los 4.300 M€ en 2022, tras crecer un 15% con respecto a las registradas durante el año anterior, gracias en gran parte al buen comportamiento del comercio exterior “con un superávit comercial en máximos” pero sobre todo por “la estabilidad del consumo interno”, que absorbe el 94% del total de bebidas refrescantes que se elaboran en nuestro país.
Entre los aspectos más destacados del citado informe cabe destacar la puesta en relieve del aumento en la demanda de las variedades bajas y sin calorías, segmento que supone ya el 60% del total de las ventas de bebidas refrescantes en el mercado español, con un crecimiento que en el canal hostelería alcanza el 4,4%.
La industria española de bebidas refrescantes opera un total de 148 centros productivos repartidos por todo el territorio nacional y concentrados mayoritariamente (concretamente en un 60%) en las comunidades de Andalucía, Cataluña, Comunidad Valenciana, Galicia y País Vasco. En conjunto, el sector reportó 10.700 M€ de valor añadido bruto (VAT) a la economía española y genera 68.000 empleos directos.