Las interrupciones de la cadena de suministro se han convertido en norma habitual en los últimos años, y con los continuos cambios de la situación arancelaria y la aceleración del cambio climático, esta tendencia se mantendrá. En los próximos años, será imprescindible que los representantes del sector productor faciliten lo más posible la singladura de los consumidores por estas alteraciones de la cadena. Una comunicación honesta, una buena dosis de empatía y el establecimiento de un diálogo “real” serán los factores clave para superar los temores y la confusión de los consumidores.
En un mundo tan ajetreado como el actual, los consumidores suelen buscar soluciones de conveniencia que les permitan simplificar su rutina diaria y ahorrar tiempo. Las frutas y verduras preparadas responden a las necesidades de los consumidores actuales, que disponen en general de poco tiempo, ya que reducen el tiempo de preparación y permiten cierto grado de personalización.
Estas frutas y verduras preparadas son un producto conocido por todos, pero sus principales valedores son las generaciones más jóvenes, un colectivo ávido de soluciones de conveniencia. Casi las tres cuartas partes (72%) de los consumidores franceses de frutas y hortalizas en edades comprendidas entre los 16 y 24 años se sienten atraídos por las frutas y verduras cortadas para preparar recetas específicas, un porcentaje que desciende por debajo de la mitad (47%) en el caso de las personas mayores de 65 años.
En Italia, Orogel Sfizi Croccanti es un surtido de berenjena, calabacín y coliflor envueltos en un empanado crujiente [1]. La preparación de esta guarnición o aperitivo es sencilla, ya que puede hornearse, freírse o calentarse en una freidora de aire.Concretamente los fabricantes de frutas congeladas pueden aprovechar la posibilidad de presentar cómodas y sencillas fórmulas de elaboración. En el mercado francés, la combinación de piña, mango y papaya congelada Carrefour Sensation [2] para smoothies es rápida y fácil de utilizar, ya que no requiere descongelación.
El posicionamiento de los vegetales como productos de aperitivo puede ayudar a los consumidores a alcanzar sus cinco porciones diarias, además de incrementar las posibilidades comerciales de las marcas de hortalizas.
Los consumidores sienten predilección por los aperitivos, pero los vegetales siguen siendo un componente secundario de esta tendencia. Se trata de una situación desafortunada, porque los aperitivos podrían ser una forma sencilla de elevar el consumo de productos vegetales. Los consumidores muestran interés en probar más aperitivos vegetales, pero pueden necesitar que se les convenza de la facilidad de consumirlos como productos de aperitivo, ya sea en crudo o cocinados.
Algunos vegetales tienen un perfil claro como productos de aperitivo, pero los consumidores pueden necesitar estímulos para el abandono de ciertas ideas preconcebidas respecto a otras verduras y hortalizas o a ciertas preparaciones, como la cocción al horno o en freidora de aire, para poder considerarlos refrigerios. Las empresas del sector pueden fijarse en aquellos productos que se consumían en ciertas elaboraciones u ocasiones, y emplearlos como inspiración para ayudar a los consumidores a adoptar nuevos hábitos de conducta. Las aceitunas y los pepinillos, por ejemplo, solían acompañar a las tablas de queso o incorporarse en bocadillos, pero se han convertido en productos de aperitivo gracias a su presentación en cómodos envases. Un buen exponente de ello en el mercado estadounidense es el aperitivo de aceitunas de Freestyle Snacks [3].
Las marcas que quieran crear nuevas situaciones de consumo para los productos vegetales pueden ofrecer orientación a los consumidores o envases alternativos para ayudarles a interiorizarlas.
Las empresas productoras y distribuidoras deberían hacer un esfuerzo pedagógico para garantizar que aquellos consumidores que quieran incorporar más frutas y verduras a su dieta puedan seleccionarlas y prepararlas cómodamente. En Estados Unidos, un 51% de los consumidores de verduras y hortalizas pertenecientes a la generación Z (nacidos entre 1997 y 2010) y un 50% de los millennials (entre 1980 y 1996) no se sienten seguros al probar un nuevo producto vegetal. Los representantes del sector no pueden dar por sentado que los consumidores saben elegir un aguacate o cortar una calabaza, por ejemplo.
Por eso, deben ofrecer explicaciones más explícitas para reforzar la confianza de los consumidores cuando se enfrentan a un producto inusual. En el mercado estadounidense, un 62% de los consumidores de frutas creen que una descripción de las variedades menos conocidas (por ejemplo, en cuanto a su sabor y textura) les animaría a probarlas. Las redes sociales, las recetas en línea y la presencia de cartelería y vídeos en los establecimientos pueden contribuir a reforzar la confianza en estos productos.
En México, las coliflores de colores congeladas Morimoto [4] contienen una mezcla poco habitual de variedades ecológicas de coliflor, como la verde, la naranja, la blanca y la morada. A su vez, las habichuelas rosadas Caldo Bom Momento Gourmet [5] son un producto cuidadosamente seleccionado del tipo uno y grupo uno, originarias de América del Sur y Central. En su producción se utiliza energía renovable.
La prevención de la salud es una de las principales prioridades de buena parte de los consumidores europeos. Una de las enseñanzas del COVID-19 fue la recomendación de mantener una dieta sana. A raíz de ello, los consumidores han empezado a prestar más atención a su dieta y a optar por alimentos más nutritivos. Muchos consumidores identifican las legumbres y hortalizas, nutritivas por naturaleza, como alimentos saludables y ricos en proteínas. Casi tres de cada diez consumidores irlandeses (28%) afirman decantarse por alimentos con un alto contenido proteico cuando realizan sus compras.
En el mercado europeo, el número de nuevos productos vegetales con alto contenido en proteínas ha ido en aumento. Algunas empresas fabricantes han decidido facilitar el consumo de frutas y hortalizas a los consumidores faltos de tiempo. En el mercado británico, por ejemplo, el chili vegetal Taste of High Protein Smoky Mexican Style Chilli Non Carne [6] contiene alubias cocidas, lentejas, tomate, maíz dulce y pimiento rojo, y aporta 16 g de proteínas. Además, es rico en fibra. El producto también se presenta en una versión más dulce y picante, Sweet & Tangy BBQ.