Con una superficie total de 28.486 m2 y 80,85 m de altura, la nueva sede de Caja de Badajoz será el edificio más alto de Extremadura y pretende erigirse en un nuevo hito como escaparate de la capital pacense. Con este objetivo, se ha elegido una ubicación estratégica junto a la ribera del río Guadiana, en la cabecera del Puente Real, una de las zonas con mayor crecimiento de Badajoz. Allí, el arquitecto madrileño Carlos Lamela en colaboración con el británico Lawrence M. Malcic levantará un prisma vertical que se eleva sobre un gran plano inclinado hacia la ribera del río.
El edificio se divide en dos partes diferenciadas. En primer lugar, se encuentra el basamento, al que se accederá a través de un voladizo de 16 m, resuelto mediante celosías metálicas, que albergará un mirador panorámico y una cafetería. Las cubiertas de esta especie de zócalo reproducirán un amplio jardín natural inspirado en el paisaje de la dehesa, al igual que el resto de espacios comunes como el gran patio interior, en los que también se unen la vanguardia y la tradición extremeña. Toda esta zona ha sido diseñada de manera multifuncional, de uso y acceso tanto externo como desde el interior del inmueble. Aquí se alojará un auditorio para 500 personas, una sucursal de Caja de Badajoz, el primer centro de negocios de Extremadura, una sala de exposiciones, un restaurante, un gimnasio, una piscina cubierta y una guardería. Además, servirá para dar acceso a la torre, a través de un vestíbulo central de 1.000 m2, con dos niveles que separan la entrada del público en general de las oficinas. En su afán de imitar el entorno natural extremeño, los suelos y paredes de estos espacios serán revestidos con materiales como la piedra natural y la madera.
A continuación, se levanta la torre, cuya estructura está formada por dos núcleos de hormigón que soportan las vigas de transición, sobre las que nacen los cuatro pilares que sustentan la obra. Los forjados de la torre son reticulares postesados y se completan con voladizos de 4,70 m, apoyados tanto en los núcleos como en los pilares. La torre, concebida como un área de trabajo para más de 1.000 personas, cuenta con 14 plantas, de 800 m2 construidos cada una. Este área albergará las oficinas corporativas de Caja de Badajoz, que se ubicarán en las plantas superiores, un centro de proceso de datos y otros espacios destinados al alquiler.
Caracterizado por volúmenes sencillos, rotundos y flexibles, el diseño del edificio trata de aunar la identidad regional de Extremadura, protagonizada por el paisaje de la dehesa y la luz natural, con las tendencias arquitectónicas actuales de sostenibilidad y ahorro energético. Así, se han tenido en cuenta aspectos como los datos climáticos de la zona, las temperaturas, las horas de sol o las lluvias para establecer la orientación óptima del inmueble. También, se han analizado los vientos dominantes para lograr una climatización eficiente, a la que contribuirá la instalación de paneles solares y de un sistema de fachada doble, de vidrio en el interior y lama para exterior. Además, los espacios interiores se articulan en torno a los patios y terrazas interiores, que permiten la iluminación controlada y la ventilación natural, lo que favorece la eficiencia energética y reduce los costes de mantenimiento.
Con un presupuesto de 38,2 M, además de los 3,55 M invertidos en la compra de los terrenos, las obras se iniciaron en junio de 2008 y finalizarán previsiblemente en octubre de 2010. Desde el pasado abril, se está levantando la estructura de hormigón, mientras el resto de trabajos de la obra aún no han sido adjudicados. Una vez terminado, el edificio, que aglutinará todas las dependencias que Caja de Badajoz tiene diseminadas por la capital pacense, aspira a convertirse en marca propia y referencia de la arquitectura extremeña.
Mónica de la Fuente
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