La multinacional suiza ha sido la encargada de suministrar los ascensores y escaleras mecánicas para la primera conexión ferroviaria entre Europa y Asia bajo el estrecho del Bósforo . La apertura de la primera línea de ferrocarril del mundo construida bajo el agua ha sido un hito en la historia de la compañía en Estambul (Turquía). El 'Proyecto Marmaray' ha contado con 10 ascensores y 63 escaleras mecánicas de la firma suiza . Además, incluye el reto de instalar cuatro de las escaleras mecánicas más largas de Europa con 65 m de longitud.
Esta nueva línea de metro, que puede llegar a estar a 56 m bajo tierra, permitirá viajar a 75.000 pasajeros por hora de forma segura, fiable y utilizando el mínimo de energía posible. Los ususarios llegarán más rápido a sus destinos, puesto que viajar por el tramo de 76,3 km es ahora 81 minutos más rápido que antes.