El grupo constructor y de servicios ACS ha realizado varias modificaciones en su consejo de administración. La primera de ellas viene por la salida del máximo órgano directivo del conglomerado por parte de la cadena hotelera Iberostar, propiedad de la familia Fluxá, que cuenta con un 5,6% de ACS. La firma ha dimitido de su puesto en el consejo por la nueva normativa comunitaria que ha supuesto un incremento de las restricciones impuestas para operar en los mercados de valores para los accionistas, en concreto, por el incremento de la duración de los periodos de bloqueo, con el objeto de disponer de la suficiente flexibilidad para tomar las decisiones de inversión y desinversión que le corresponden como accionista. Iberostar estaba representada en el consejo por Gloria Fluxà Thienemann. De esta manera, los Fluxá se quedan con las manos libres en caso de querer deshacerse de sus posiciones en el grupo constructor. El pasado junio, y por parecidas razones, también dimitieron los dos representantes en el consejo de la familia March, que contaba entonces con un 12% de ACS a través de Corporación Financiera Alba.
Paralelamente, ACS ha cubierto la vacante dejada tras la reciente dimisión de su puesto en el consejo de Javier Fernández Alonso mediante el nombramiento como consejero de José Eladio Seco Domínguez. Por último, ACS ha nombrado a Pedro López Jiménez como vicepresidente de la comisión ejecutiva de la sociedad.