Johnson Controls ha lanzado al mercado su nueva gama de sirenas, dispositivos de alarma visuales (VAD, Visual Alarm Device) y dispositivos de indicación visual (VID, Visual Indication Device) Zettler, que contribuyen a la mejora de las prestaciones de los sistemas de detección de incendios y garantizan la rápida evacuación en casos de incendios reales.
Los especialistas de Johnson Controls han realizado una investigación independiente sobre los patrones de luz y su efecto al provocar reacciones humanas, para mejorar el diseño y la funcionalidad de la nueva gama de dispositivos VID y VAD. Un estudio del BRE (Building Research Establishment) revela que la salida de luz LED con una duración de impulso inferior a 20 milisegundos es más eficaz para alertar a las personas debido a la frecuencia lumínica. Los ingenieros de Johnson Controls han adoptado esos resultados para garantizar que los dispositivos de su nueva gama de alarmas destellen con una duración de impulso siempre inferior a 20 milisegundos cuando se activen.
El dispositivo utiliza una nueva y sofisticada tecnología de autocomprobación para evaluar la salida real de luz y de sonido, que permite a los administradores de instalaciones realizar las comprobaciones y el mantenimiento de los dispositivos con mayor rapidez. Durante una prueba, se verifican y registran los niveles de salida de luz y de sonido reales en una fracción de segundo por dispositivo. Los datos de los niveles de salida se devuelven a la central de detección de incendios para indicar si los dispositivos no funcionan correctamente, de modo que es más sencillo y rápido decidir si es necesaria alguna sustitución.
Una vez instalados, los administradores de instalaciones pueden utilizar las funciones de monitorización de salida acústica (RSM, Reflective Sound Monitoring) y monitorización de salida óptica (RLM, Reflective Light Monitoring) del dispositivo para realizar la prueba completa de las sirenas, los VID y los VAD. Con esta excepcional función de autocomprobación, la salida del dispositivo se puede probar sin molestar a los ocupantes, reduciendo así la insensibilización ante una activación auténtica.