La multinacional Thyssenkrupp atraviesa un momento de cierta incertidumbre. Tras ver rechazada este año por la Comisión Europea su propuesta de fusión con el gigante siderúrgico Tata Steel, el grupo germano dejará de cotizar en el índice bursátil DAX 30 de Fráncfort a partir del 23 de septiembre debido a la drástica caída de sus acciones. El grupo industrial estaría barajando la venta de una de sus divisiones para hacer caja, precisamente una de las más rentables, la de elevación. De hecho, habría enviado una carta a potenciales inversores indicando que estará abierta a escuchar ofertas tanto por una participación mayoritaria como minoritaria en la división.
Diversas medios internacionales han publicado, citando fuentes próximas a la empresa, que la multinacional Kone estaría interesada en adquirir este negocio. Para ello, la firma finlandesa habría sondeado ya una posible alianza con un fondo inversor. De llevar a cabo esta compra, el grupo nórdico debería vender algunos de sus activos para recibir el visto bueno de las autoridades de las competencia.
Si se produjera esta operación, tendría gran efecto en nuestro país, donde Thyssenkrupp dispone de una amplia presencia industrial. No en vano, el grupo alemán cuenta con instalaciones productivas en Móstoles (Madrid) con 58.617 m2, que incluye planta de fabricación de ascensores, un centro de I+D+i, torre de pruebas, almacén logístico de 12.000 m2 y showroom. Completa su implantación industrial con una planta de ascensores en Andoain (Gipuzkoa), así como sendas plantas en Mieres centradas en pasarelas aeroportuarias y escaleras y pasillos rodantes. La división de elevación de Thyssenkrupp obtuvo unas ventas agregadas en España de 671,28 M€ durante 2018, con una plantilla formada por 4.900 trabajadores y una cartera de 144.000 unidades en mantenimiento en nuestro país.