Nuevas incertidumbres para la economía. La invasión de Ucrania por parte de Rusia añade mayor imprevisibilidad a todos los sectores y suma nuevas complicaciones para la exportación de materiales para construcción made in Spain, especialmente en el pujante sector azulejero. Y es que la industria cerámica española es una de las que se vería más afectada por un potencial cierre del mercado ruso, toda vez que este país ocupa el puesto número 12 entre los mejores clientes del azulejo español. Así, durante el recién concluido 2021 Rusia compró pavimentos y revestimientos cerámicos del clúster castellonense por valor de 71,84 M€, un 19,9% más que en el año anterior. Este importe representa, no obstante, solo un 1,9% del total de 3.665 M€ exportados por el sector azulejero español en 2021, según los datos del ICEX.
Las posibles dificultades para las ventas en el mercado ruso se suman a la honda preocupación en el sector por la escalada de los precios del gas y de la electricidad, al ser una industria intensiva en energía. Obviamente, el conflicto armado en Ucrania parece contribuir aún más a esta subida de los precios de la energía, que afecta a toda la industria electro-intensiva de producción de materiales (cemento, siderurgia, ladrillos, aluminio, azulejos...). En este sentido, concretamente, el precio del gas actual ha disparado los costes de producción de las azulejeras castellonenses, que se han visto forzadas a fuertes subidas de precios de los pavimentos y revestimientos y a la reducción drástica de márgenes, lo que complica la viabilidad a medio plazo de estas empresas.
Además, Ucrania es el país de origen de una buena parte de la arcilla importada por la industria cerámica española para la elaboración de sus productos. No obstante, la industria ya había hecho acopio de esta materia prima en los meses previos, durante la escalada prebélica entre ambos países.
Ya en casa, el mercado inmobiliario puede verse también afectado al ser Rusia el lugar de origen del 1,89% de las adquisiciones de vivienda de compradores extranjeros en 2021, según las estadísticas del Colegio de Registradores. Así, durante el pasado año pasaron a manos rusas unas 3.360 viviendas españolas, localizadas preferentemente en la costa. Por su parte, otras 1.975 casas vendidas el año pasado en España fueron a parar a compradores ucranianos, que representaron el 1,1% de las compras de foráneos.