El sector de ladrillos y tejas logró mantener sus niveles en 2024, tras obtener una facturación de 719 M€, según los datos presentados hoy por Hispalyt, la Asociación Española de Fabricantes de Ladrillos y Tejas de Arcilla Cocida. Estas ventas suponen un ligero descenso del 0,1% respecto a las de 720 M€ de 2023. Por su parte, la producción se rebajó algo más, un 2,7%, y se situó en 5,45 Mt. No obstante, estas cifras están lejos de la caída registrada en 2023, cuando la facturación cayó un 15,3%, pese a que la producción aumentó casi un 6%. Todo ello, consecuencia de la subida de los precios del gas y el encarecimiento de los materiales.
Asimismo, la patronal subraya que, desde 2020, hay una estabilización en el número de empresas del sector (130), aunque esta cifra está lejos de las 300 que había en 2014. Con respecto al número de empleados, el pasado año se registró un aumento del 1,8%, hasta los 4.877 trabajadores.
En paralelo, Rodríguez también ha resaltado el buen comportamiento de las exportaciones de los ladrillos y tejas españoles, que en 2024 ascendieron a 92 M€, lo que consolida la tendencia de crecimiento de los últimos diez años, con una mejora del 90%. En este sentido, España se alza como el cuarto país europeo que más exporta, después de Bélgica, Alemania y Países Bajos. Los principales compradores internacionales de la cerámica de nuestro país fueron el año pasado Francia, Reino Unido, Estados Unidos, Nueva Zelanda, Portugal y Bélgica.
Por tipo de producto, los ladrillos y bloques para revestir acapararon el 80,64% de la producción, seguidos de lejos por las tejas (7,81%) y los ladrillos cara vista (5,51%). Por su parte, los tableros concentraron el 2,75%; las bovedilla, el 1,56%, y los adoquines, un 0,15%.
En cuanto a las perspectivas para el presente 2025, la patronal se muestra optimista y señala que el crecimiento de las ventas se producirá a doble dígito, en consonancia con el incremento de la cartera de pedidos, que se ha elevado un 50% en estos meses de 2025.
Entre los principales retos a los que debe hacer frente el sector de ladrillos y tejas se encuentra el problema de la falta de vivienda, debido principalmente a la escasez de suelo y al alargamiento de los trámites. La entidad ha reivindicado también el esfuerzo que está haciendo el sector para cumplir los objetivos de desarrollo sostenible y descarbonización, así como su papel en el desarrollo de la industrialización, segmento para el sus fabricantes están preparando varios proyectos con el objetivo de optar a las ayudas del Perte de la vivienda industrializada.
Otros de los retos a los que Hispalyt se enfrenta es la falta de mano de obra cualificada, para lo que ha puesto en marcha varias acciones formativas junto a la Fundación Laboral de la Construcción. Por último, Elena Santiago, secretaria general de Hispalyt, ha explicado la propuestas de la asociación de cara a los cambios que se producirán próximamente en el Código Técnico de la Edificación (CTE), en los que el ladrillo puede aportar "grandes ventajas" tanto en el ahorro energético, como en la protección contra el ruido y, especialmente, en la seguridad contra incendios.