Vista de la planta de Cementos La Cruz en Abanilla (Murcia)
La fabricante de cemento, hormigón y morteros Cementos La Cruz, con sede en Abanilla (Murcia), invertirá 100 M€ en el próximo lustro para impulsar la descarbonización y la industrialización de la construcción; tal y como recoge su Plan Estratégico Horizonte 2030, que ha presentado esta mañana su CEO, Antonio Ballester, durante su primer encuentro institucional con medios de comunicación en el marco del 25 aniversario de la compañía.
El principal destino del plan inversor serán la puesta en marcha de una molienda de cemento en el Puerto de Sheerness, cerca de Londres, mediante la filial Hércules, que absorberá una inversión total de unos 50 M GBP. Este proyecto, que había sido anunciado en 2022, ha sufrido un significativo retraso por las consecuencias de la aprobación del Brexit. Ahora ha iniciado las obras de un centro de almacenaje y expedición de cemento, que estará listo para junio de 2026, y finalmente construirá una molienda de clínker, cuya puesta en marcha está prevista para 2028. Esta instalación se unirá a la molienda de cemento que ya explota el grupo mediante la filial Liandur, radicada en Armonías (Bélgica), controlada por la compañía murciana y el grupo familiar Roussel, dedicado a la fabricación de materiales (ladrillo cara vista, fijaciones metálicas y minerales).
Además, la compañía realizará cuantiosas inversiones para mejorar el proceso de producción de cemento, utilizando menos clínker y más materiales reciclables en sus instalaciones dentro de una estrategia de economía circular, instalar plantas solares de producción de energía para ser autosuficiente, innovación y desarrollo de productos más sostenibles y respetuosos con el medioambiente. Finalmente, su plan apostará también por la transformación digital de sus procesos para aumentar la productividad y explorar el desarrollo de la impresión de hormigón en 3D.
La nueva hoja de ruta supone un punto de inflexión para la compañía y sus participadas, que prevén aumentar su facturación hasta alcanzar los 237 M€ en 2030, al tiempo que elevar su plantilla a medio millar de trabajadores.
Uno de los pilares de esta transformación es la descarbonización. En ese contexto nace Eraclitus, el proyecto más ambicioso en la historia reciente de la empresa: una nueva gama de cementos de baja huella de carbono, diseñada para sustituir progresivamente al cemento portland tradicional (responsable de hasta un 10% de las emisiones mundiales de CO2) gracias a la reducción de clínker y el uso de materiales de proximidad en clave de economía circular. Solo esta línea permitirá evitar la emisión de 500.000 toneladas de CO2 en los próximos 10 años.
Con el respaldo de la Comisión Europea, que ha concedido al proyecto una financiación de 4,5 M€, Eraclitus se convierte en el buque insignia del compromiso climático de Cementos La Cruz, que aspira a alcanzar la neutralidad climática antes de 2030, dos décadas antes de lo exigido por la normativa europea. Actualmente, uno de cada cuatro trabajadores de la compañía se dedica a la I+D y el 2,5% de su facturación anual se invierte en proyectos de innovación, una cifra mayor a la media española y europea.
La empresa tiene activos más de 20 proyectos en marcha con el objetivo de construir más rápido, con menos recursos y mayor trazabilidad. El segundo gran eje del Plan Estratégico es la industrialización del proceso constructivo. Cementos La Cruz considera que tecnologías como la impresión 3D en hormigón -más eficiente, versátil y con menos residuos- son fundamentales para solucionar los grandes retos estructurales del país: el déficit de vivienda asequible, la escasez de mano de obra cualificada y el cumplimiento de normativas ambientales cada vez más estrictas.
Según Antonio Ballester, “la transformación del sector pasa por atraer talento, generar empleo de calidad y recuperar el orgullo por construir, algo fundamental en la transición hacia una economía verde y competitiva. Con nuestro Plan Estratégico Horizonte 2030 pretendemos impulsar el cambio en un sector clave de la economía, convirtiéndonos en una empresa referente en soluciones sostenibles, innovadoras y digitalizadas. Apostamos por una construcción más atractiva, más productiva y más responsable con el planeta. La transición ecológica no se construye sin cemento: se construye con el cemento adecuado”, concluyó.