La tasa de reciclado para las latas de bebidas en 2011 ha alcanzado el 82,2%. Esto representa más de 5.750 M ud. que se han vuelto a convertir en productos de acero o de aluminio. Las altas tasas de reciclado se deben a la multiplicidad de procedimientos de recuperación de las latas usadas: recogida selectiva y selección, tanto en las plantas de los Sistemas Integrados de Gestión (SIG) como por recuperadores independientes por el valor de la materia prima, y separación magnética tanto en plantas de recogida en masa como en incineradoras.
En este informe, que viene elaborando la Asociación de Latas de Bebidas desde hace más de diez años, se describen una serie de aspectos relativos a este envase y las particularidades de su recuperación y reciclado. La producción de envases metálicos ha experimentado avances significativos en la reducción de consumo de materias primas y energía, lo que ha reducido su impacto sobre el medio ambiente y la producción de residuos. Estos avances se traducen en una reducción en el peso medio ponderado de las latas de bebidas que se comercializan en España del orden del 40% desde que se inició la producción en 1981.
En 2011 se reciclaron en España 12,5 Mt de acero como materia prima para fabricar 15,5 Mt de acero "nuevo", y se produjeron más de 300.000 t de aluminio reciclado, que suponen más del 40% de la producción total. El ahorro energético producido al reciclar un producto metálico se conserva en el metal, por lo que es irrelevante que se vuelva a fabricar el mismo producto o un producto distinto, lo que deja sin significado y por tanto sin sentido tratar de conocer el porcentaje de metal reciclado en un producto.
A diferencia de otros materiales, no hay un límite, en la cantidad de material reciclado que se puede utilizar (el 100% puede ser reciclado). Las propiedades del producto dependen exclusivamente de la composición química (es decir del número y proporción de metales que contenga), y del proceso termomecánico seguido para su obtención, es decir, de las condiciones de calentamiento, enfriamiento y deformación plástica (tales como la laminación o la embutición) aplicadas para obtener el producto).
En la mayor parte de los casos, todos los envases de acero se recuperan conjuntamente dada la facilidad de la separación magnética, tanto latas de bebidas, como de conservas o aerosoles. De hecho, constituyen el envase más fácil de separar del resto de los residuos en las condiciones actuales. Así se obtienen altos porcentajes de reciclado incluso sin sistemas de recogida selectiva, siempre que las plantas de residuos dispongan de separadores magnéticos.
Por otra parte, las latas de bebidas de aluminio representan la fracción más importante de los envases de este metal en España y de los envases de aluminio que se reciclan, además de ser los envases usados de mayor valor. La separación magnética del aluminio mediante la técnica de corrientes inducidas es también una realidad en España desde hace más de diez años.