El sector de la alimentación es uno de los que más se ha transformado en los últimos años, ofreciendo constantemente nuevos productos para llegar a nuevos consumidores y cubrir nuevas necesidades. En esta constante tarea por reinventarse, la industria del papel es un claro aliado, de hecho el sector de la alimentación es uno de los mayores consumidores de envases, aproximadamente el 80% de la producción total, que puede ayudar incluso en la concepción de nuevos productos.
Veamos algunos ejemplos:
- La vuelta a lo artesanal, lo local, lo sano... Cada vez son más las firmas e incluso comercios al por menor que optan por transmitir una imagen de producto local y artesanal envolviéndolo en papel como tradicionalmente se hacía. Este tipo de envase refuerza la idea de producto artesanal y de calidad.
- Las monodosis, los precocinados. Ha dejado de ser una tendencia para ser una realidad cada vez con más peso. De hecho, el informe DBK destaca que el mercado de los platos preparados aumentó un 2,4% en España en 2012, y que se prevé para 2013 un incremento del 1%, hasta los 2.400 M€ aproximadamente, que podría elevarse hasta cerca del 3% en 2014, en un contexto económico menos adverso. Los consumidores no sólo quieren la comida hecha, sino poder transportarla sin problemas de grasas o vertidos e incluso calentarla en el mismo empaquetado en que se comercializa sin problemas de temperatura.
- La repostería profesional llega a la cocina doméstica. Y en gran parte gracias a la creatividad de los consumidores que, con un pequeño gasto en packaging, pueden crear mesas con una decoración digna de un catering profesional utilizando bandejas de alimentos que sirven para su propio emplatado o vajillas completas de diseño que, tras utilizarlas, pueden ser recicladas ahorrando tiempo y dinero al consumidor final. También la tendencia en alza de elaboración de cupcakes caseros ha conseguido que la industria del papel entre en las cocinas del gran público a través de productos, como el 'Cupstock', que deben cumplir una triple función: adaptarse a las altas temperaturas del horno, no dejar que la grasa o el líquido traspase el envase y, por supuesto, permitir una variedad de bonitos diseños gráficos.
- Nuevas tendencias en alimentos exóticos. La pizza o la hamburguesa ya no es la única comida para llevar, el sushi, los noodles, las sopas exóticas u otros alimentos tienen un público creciente al que hay que saber llegar con un empaquetado adecuado.
- Envases funcionales. El consumidor es cada vez más exigente, por lo que las empresas de alimentación deben contemplar la opción de incluir cubiertos, packaging que se pueda introducir en el horno, divisiones internas para distintos elementos, etc.
Estos son sólo algunos ejemplos de demandas de los consumidores que, si no fuera por la industria del papel, las empresas de alimentación no podrían satisfacer. Pero seguramente hay muchas otras áreas por explotar, por ello, los fabricantes de alimentos deben contar con los fabricantes de papel, pues estamos preparados para este futuro tan cambiante e inminente.