La recuperación económica no se está traduciendo en la aceleración que la industria de la maquinaria de envasado desea. Si 2014 se cerró como un ejercicio prácticamente plano (el sector en su conjunto facturó 520 M€ según Alimarket Envase, frente a los 515 M€ logrados un año antes), todo apunta a que el presente curso se moverá en niveles similares. Pero no parece que esa pueda ser la tónica dominante para el próximo año o más a medio plazo.
Todos los pronósticos sobre la industria alimentaria auguran cambios de calado propiciados por la mejora en el bolsillo del consumidor, pero no está claro a qué velocidad se producirá en el caso del mercado español. La tradicional lentitud del consumidor patrio a la hora de aceptar novedades en el mercado alimentario (aunque sea un mero cambio de formato) juega en contra del ritmo al que se importarán las novedades.
Pero el cambio está en marcha y resulta imparable, aunque sólo sea en los países de nuestro entorno, lo que ha propiciado una serie de operaciones de compraventa destinadas a posicionar lo mejor posible a los principales actores en el escenario que se avecina. La ventaja en esta nueva etapa para las empresas que operan en el mercado español es que la mayoría de ellas están más que preparadas para ofertar tecnología de vanguardia cuando el cliente así lo reclame y que, mientras tanto, el recurso de la exportación seguirá siendo una opción para mejorar las cuentas de resultados y proseguir la necesaria inversión en I+D para mantenerse en cabeza.