La británica Liberty Steel ha presentado una oferta no vinculante para hacerse con la alemana ThyssenKrupp, el segundo mayor productor de acero en la Unión Europea, con 12,25 Mt/año. La operación, sobre la que no se ha dado ningún tipo de cifra económica en cuanto a la valoración o la fórmula empleada para la compra, supondría un importante salto para la firma británica, que actualmente viene fabricando 5,41 Mt de acero, lejos en cualquier caso del líder europeo y mundial del sector, Arcelor Mittal, que produce cada año 97,3 Mt.
Aunque los negocios de ambas empresas se centran en sectores como la construcción, los automóviles o la industria naval, también tienen presencia en el sector del packaging. En el caso de la alemana, es propietaria de ThyssenKrupp Rasselstein, la planta de producción de acero para envases más grande del mundo. Y Liberty Steel controla un centro de fabricación de hojalata en Lieja (Bélgica).
La operación está rodeada de una gran complejidad. Por un lado, la Unión Europea se ha mostrado siempre reticente a que haya más concentración en un sector estratégico como el acero. Precisamente el año pasado la compañía alemana fue objeto de interés por parte de la india Tata Steel, sin que la operación pudiese prosperar por los impedimentos que pusieron las autoridades de competencia. Por otro, Thyssenkrupp está sufriendo un mal año en 2020 tras registrar en los nueve primeros meses del año pérdidas de 700 M€, lo que le ha empujado a anunciar ya un plan para reducir costes operativos que contempla, entre otros puntos, el despido de 3.000 trabajadores hasta 2026.
En Alemania desde distintas voces se clama para que se acometa una nacionalización de la compañía, que da empleo a 29.000 trabajadores, lo que podría dificultar una operación de estas características. Liberty parece decidido a crecer en la Europa continental y en las últimas semanas su nombre ha sonado también como interesado en la planta de aluminio San Cibrao (Lugo) de Alcoa, en proceso de cierre.