La eficiencia y la transparencia energética desempeñan un papel cada vez más importante en la automatización de fábricas y por ello la compañía alemana Sick ha lanzado FTMg, un sensor multifuncional para aire comprimido que muestra tres parámetros a la vez: el caudal, la presión y la temperatura. De este modo, es una solución para ahorrar dinero por la mejor gestión de la energía, sobre todo gracias a la detección fiable de fugas.
El nuevo sensor de flujo es ligero, compacto y fácilmente inspeccionable, además de idóneo para su instalación en espacios reducidos. Con una elevada dinámica de medición y una baja pérdida de presión, mide gases no corrosivos con gran eficacia. Además, mide el flujo y la temperatura del gas, así como la presión del proceso. Para Sick, es la primera vez que se miden tres parámetros en un solo sensor y el resultado es un notable ahorro tanto en la instalación como en el mantenimiento. La combinación de estas tres funciones ofrece una visión completa del estado del cable, lo que aumenta la fiabilidad del sistema.
Todos los usuarios que dispongan de un sistema de gestión de la energía conforme a la norma EN ISO 50001 pueden ahora observar también su consumo energético y hacerlo más transparente para su optimización. La monitorización de datos integrada tiene una duración de hasta siete días, por lo que favorece la búsqueda eficaz incluso de las fugas más pequeñas en los sistemas neumáticos. Esto es lo que hace posible la detección selectiva y la localización de pérdidas de presión excepcionales. Pero además los datos de medición pueden interpretarse de forma inequívoca gracias a la presentación en forma de diagrama en la pantalla con un contraste alto, con cambios rápidos o saltos y el correspondiente borde plano o empinado de la curva de presión.
Para los operadores de accionamientos neumáticos, un argumento importante, además del ahorro debido a la localización de fugas, es el funcionamiento de bajo coste. y la garantía de baja pérdida de presión, ya que garantiza un flujo de gases casi sin pérdidas a través del sensor.
La compañía alemana Sick, que movió un volumen de negocio de unos 1.700 M€ en 2020, opera en España mediante la filial Sick Optic-Electronic, con sede en Sant Just Desvern (Barcelona) y 67 trabajadores en plantilla, la cual facturó unos 35 M€ el pasado año.