Dentro de su plan de relanzamiento en nuestro país, y coincidiendo con las declaraciones a Alimarket Hoteles de su director general de servicios para miembros internacionales, Neville Graham, la cadena estadounidense Best Western se ha marcado como objetivo alcanzar en el próximo lustro, hasta 2021, la cifra de 30 hoteles en España y Portugal, un dato similar al que tuvo en ejercicios pasados, antes de la reciente reducción de su presencia. Actualmente, el operador dispone de siete establecimientos en la Península Ibérica, cinco de ellos en España. Los destinos donde principalmente quiere crecer son Madrid, Barcelona, Lisboa y sus respectivas áreas de influencia, así como en el arco mediterráneo, la Costa del Sol, los archipiélagos, el norte peninsular y el Algarve. El perfil deseado sería el de hoteles de categoría media, media-alta y alta, con más de 70 habitaciones.
Para llevar a cabo este proyecto de desarrollo, Best Western prevé promover su nueva y moderna imagen global, que incluye la segmentación de su oferta a través de seis marcas. Así, 'Best Western' se dirige a hoteles de categoría media, 'Best Western Plus' a los de nivel medio-alto, 'Best Western Premier' a los de categoría elevada, 'BW Premier Collection' funciona como marca flexible adaptable a la enseña propia del dueño del hotel, 'Vib' está pensada para establecimientos boutique céntricos y de nueva construcción y, finalmente, 'Executive Residence by Best Western' acoge alojamientos de larga estancia. En nuestro país, las mayores expectativas de crecimiento se centran tanto en 'Best Western Plus', "ya que es un producto de 4E, categoría que registra un mayor crecimiento en España", según explica Oriol Maresch, director de desarrollo y operaciones de la cadena; como en 'BW Premier Collection', "puesto que se adapta de forma más flexible a las necesidades de los hoteleros". Si bien todavía no hay ninguna incorporación confirmada, el operador podría dar entrada a dos o tres hoteles el próximo año, lo que funcionaría como rampa de lanzamiento para acelerar su crecimiento.
Oriol Maresch confía en "lo diferente de nuestro producto con respecto a otras marcas internacionales, ya que nosotros no atamos a los hoteleros, a los que cobramos solamente por el negocio que les ofrecemos", en una relación que podría asemejarse a la franquicia. Por ejemplo, Best Western aportó un volumen de negocio a sus establecimientos en España y Portugal de 2,31 M€ en 2015, con previsión de alcanzar los 3,13 M€ en 2016, tras un incremento del 35,5%. En algunos casos, la facturación proporcionada por la cadena rondaría el 30% de las ventas del hotel. Otras medidas que forman parte de su estrategia de desarrollo incluyen la puesta en marcha de nuevos sistemas tecnológicos y de interconexión, así como la formación de la atención al cliente y la calidad.