En los últimos años y, especialmente en época de crisis, los grupos hoteleros han creado diferentes fórmulas para ampliar su oferta hotelera, especializándose a la hora de ofrecer determinados servicios de fidelización. Así, hay cadenas que destacan actividades enfocadas al turismo familiar, otras que disponen de espectáculos musicales para los más jóvenes, y algunas que apuestan en cambio por ofrecer a sus clientes un remanso de paz y tranquilidad. En este último apartado, aunque no exclusivamente, podríamos incluir los hoteles tematizados como solo adultos: aquellos establecimientos que limitan la entrada -algunos optan por reservar solo determinadas áreas del hotel- a los menores a partir de una determinada edad, que suele oscilar entre los 16-18 años.
El término solo adultos para hotelería en España es un concepto que todavía no ha calado en el turismo nacional como sí sucede en cambio en otros países europeos. Pero en los últimos años se ha incrementado el número de cadenas españolas que ofertan en nuestro país esta tematización. Meliá, Barceló, Iberostar o Fiesta son solo algunos ejemplos.
Esta tematización es ofertada casi en su totalidad por hoteles vacacionales, que aprovechan el concepto sol y playa para atraer al turismo extranjero, deseosos de disfrutar de unas vacaciones sin compañía de los más pequeños. Baleares y Canarias concentran el 90% del total de este segmento. Los clientes están dispuestos a pagar un precio más elevado por disfrutar de tranquilidad.
Una franja de edad que muestra especial interés por este concepto son los mayores de 45 años, matrimonios con los hijos ya crecidos. Aunque la demanda de grupos jóvenes que buscan diversión u ocio vinculado a la naturaleza crece por momentos. Otros ejemplos de tematización solo adultos son aquellos que reservan áreas para celebrar despedidas de soltero, realizar turismo de negocios o parejas en busca de intimidad.