La fuerte competencia existente en el mercado de la distribución, con precios ajustados al máximo que proporcionan magros márgenes comerciales, obliga a las cadenas de supermercados e hipermercados a generar rentabilidad desde otras áreas de actividad ajenas a la esencial, la venta al público. Una, evidentemente, es la de compras, trasladando la presión en precios a los fabricantes y proveedores y otra, sin duda, es la cadena de suministro. Poder presentar un mismo producto en el lineal a un coste logístico inferior que el competidor, con un similar pvp, es una ventaja de enorme valor en estos tiempos. Y, conscientes de ello, los departamentos de logística y supply chain se han aupado a una posición estratégica dentro de las empresas retailers, mucho más determinante de la que tenían hace años. La llegada de la crisis ha acentuado esta situación, pero, una vez superada, no cabe duda de que mantendrán ese estatus privilegiado.
Pero estar en primera línea implica también mayor responsabilidad. Una vez iniciado el viaje hacia la mayor eficiencia logística ya no hay marcha atrás y el foco queda colocado sobre el departamento de supply chain, para que obtenga mayores rendimientos de forma continuada. Los ejecutivos logísticos lo saben y trabajan permanentemente en ello, para que los procesos de recepción, almacenaje, transporte y entrega funcionen de la forma más precisa posible, con los medios que disponen a su alcance. Todos ellos tienen que detectar errores e ineficiencias, y reducirlos al máximo para mantener las cadenas de suministro en plena forma.
Por ello, las inversiones en activos y equipos logísticos que beneficien estos procesos vienen siendo una constante en el sector retail de un tiempo a acá. La confianza en que estos desembolsos serán amortizados, si permiten una mayor productividad logística, están terminando por convencer a quienes toman las decisiones de inversión. Aunque, lógicamente, todo ello dentro de un necesario equilibrio financiero y las posibilidades de cada empresa.
De esta forma, son gigantes como Mercadona , Carrefour , Lidl , Dia , Eroski o Consum los que acometen los planes de mayor envergadura, y además con gran continuidad, ya que van preparando nuevos proyectos año tras año. Pero el resto de cadenas no dejan de analizar constantemente las posibilidades de optimización y renuevan sus sistemas logísticos periódicamente.
Todos estos planes de mejora son detallados pormenorizadamente en el Informe 2016 de la logística para la distribución , recientemente publicado por Alimarket.
Además, el incremento de referencias y formatos de venta, la mayor operativa en frescos, el avance del ecommerce y la gestión de las promociones, son algunos otros aspectos que, debido a su constante mutación, obligan a adaptar con agilidad la cadena y la estructura logística a los retailers.
Para ello también se pueden apoyar en las empresas especializadas en servicios de logística que, así, han ganado en los últimos tiempos algunos contratos de externalización ( DHL , Stef , Salvesen …). Mientras, se ha producido este año la venta del hasta ahora único gran grupo logístico de capital nacional, Logiters , al francés ID Logistics , que suma así una muy destacada presencia en este mercado con 10 almacenes en gestión.
Mercadona tomó la decisión hace casi una década de innovar en su red logística, con el desarrollo de los que denominó Bloques Logísticos Inteligentes, almacenes totalmente automatizados. Son cuatro los que tiene en activo, dentro de su red de 14: Ciempozuelos (Madrid), Riba-Roja (Valencia), Villadangos (León) y Guadix. A ellos se suma ahora el quinto, situado en Abrera (Barcelona), que se prevé a total rendimiento en 2018, y se acaba de anunciar el sexto en Sagunto (Valencia), que actuará como "pulmón" regulador de toda la red.
La alemana Lidl, por su parte, ha elegido la localidad madrileña de Alcalá de Henares para levantar la plataforma más grande, sostenible y tecnológicamente avanzada del grupo, entre las 140 que posee en Europa. El centro de Alcalá se une al nuevo modelo de plataforma logística implantado por Lidl para su desarrollo futuro, que inició en Lorquí (Murcia) a finales de 2014, apostando por introducir criterios de eficiencia y sostenibilidad en el diseño y construcción. A éstos les seguirá el que ya planea en Cheste (Valencia), donde ha adquirido una parcela de 122.000 m2.
Mientras, Eroski ya ha concluido la fase fundamental del plan de automatización de su plataforma de Elorrio. Tras ello, ahora está trabajando en un sistema de verticalización de expediciones en su interior, que hará que lleguen los palés desde un silo de producto preparado hasta la expedición del camión en el orden de carga adecuado.
Carrefour, en su área de logística, ha puesto el objetivo últimamente en la mejora de la operativa a temperatura controlada en las dos grandes urbes españolas. Así, en octubre de 2016 puso en marcha en Torrejón de Ardoz (Madrid) una nueva plataforma para el almacenaje y distribución de productos de alimentación congelados, refrigerados y frescos, gestionada por Stef.
Y ahora le toca el turno a Barcelona, donde Carrefour ha establecido con la inmobiliaria Cilsa un acuerdo para la construcción y alquiler de unas nuevas instalaciones frigoríficas (de congelado y refrigerado) en la Zona de Actividades Logísticas (ZAL) del Port.
En el caso de la valenciana Consum, acaba de culminar el programa estratégico que le ha llevado en años recientes a poner en marcha tres nuevas unidades logísticas de última generación, para cubrir perfectamente el arco mediterráneo en las zonas sur (Las Torres de Cotillas -Murcia-), centro (Silla -Valencia-) y norte (Barcelona). El inmueble barcelonés, ubicado en la Zona Franca, se ha concluido en 2016 tras la activación de su segunda fase, con lo que alcanza una dimensión de 92.000 m2.
Y Dia ha puesto sus miras en la nueva plataforma que acaba de poner en marcha en la localidad zaragozana de Villanueva de Gállego, que servirá de referente logístico para el resto de la red, por las operativas y procesos que tiene previsto que desarrolle.