Los mercados internacionales, la protección y defensa frente a las falsificaciones y la seguridad de los juguetes tecnológicos son los principales retos de futuro de la industria juguetera, tras el balance positivo del último año, en el que se elevaron un 5,8% las ventas nacionales, hasta 1.065 M€; y en un 20,3% las internacionales, hasta superar los 534 M€. Así se destacó en las jornadas y L asamblea celebrada recientemente por la Asociación Española de Fabricantes de Juguetes (AEFJ), durante las cuales se incidió en que estos resultados "han supuesto un reconocimiento al esfuerzo y trabajo de las empresas del sector durante los años de recesión económica.
En cuanto a los mercados internacionales, y según un análisis realizado por NPD Group, en el último año el mercado europeo registró también datos positivos, con un crecimiento del 5% en su facturación, que alcalzó en 2015 los 12.900 M€. También destacan aspectos como el aumento de la categoría de juegos de construcción y el éxito de las licencias de 'Star Wars', 'Frozen' y 'Paw Patrol'. Otros de los retos marcados pasa por combatir la falsificación, que se ha convertido en uno de los principales problemas para el sector. Según el estudio realizado por la OAMI, las pérdidas anuales por falsificación suponen el 16,6% de la facturación de las empresas jugueteras españolas, pérdidas que afectan también al empleo, destruyendo cada año un 13,7% del empleo directo generado. Por ello, tal como destacan desde la Oficina para la Armonización del Mercado Interior, se hace necesario conocer las herramientas de protección y defensa con las que cuentan las empresas para proteger sus productos, y ofrecer mayor seguridad al consumidor.
Por último, en relación a la tecnología, que ha irrumpido con fuerza en el mundo del juguete en los últimos años, durante el evento se incidió en la importancia de conocer las medidas de seguridad necesarias y adaptarlas a los juguetes, así como en la necesidad de trabajar por la confianza digital en los juguetes conectados desde la prevención, invirtiendo en programación segura, privacidad desde el diseño, realizando auditorías de seguridad externas y concienciando a los públicos internos (empleados, proveedores,
vendedores, etc.).