Planta de Aranjuez
Descartada hace días la viabilidad dentro del grupo Unilever por la dirección europea de la compañía, se mantienen las conversaciones sobre el futuro de la planta de detergentes y suavizantes de la localidad madrileña de Aranjuez, cuyo cierre se anunció el pasado mes de marzo. El cese de la actividad se mantiene fechado, tal como ya había anunciado Alimarket, en el tercer trimestre de 2012.
En este sentido, según informan fuentes sindicales tras su reunión con la presidencia española, la compañía, que afirma no tener ninguna oferta de compra actualmente, mantendría su intención de no vender a la competencia -hay que tener en cuenta que su objetivo pasa por seguir compitiendo en el mercado español de cuidado de la ropa-, una alternativa cuyo estudio será requerido por el comité de empresa en caso de que existiera alguna posible propuesta de adquisición. Desde Unilever, que ha garantizado el máximo apoyo a los 166 trabajadores directos de la factoría (más alrededor de otros 150 indirectos), se confirmaría que ponen los terreros a disposición de la reindustrialización, sin que esté previsto actualmente su utilización a medio y largo plazo, según las mismas fuentes -Unilever por el momento no ha ofrecido declaraciones al respecto-.
Cabe recordar que la compañía anunció el cese de actividad de su planta madrileña, y única española en la fabricación de productos no alimentarios, ante la elevada sobrecapacidad productiva de las fábricas europeas de la empresa y al ser ésta "la menos competitiva de todas ellas". Todo ello, agravado por factores como el estancamiento de las ventas en el continente, la tendencia decreciente del mercado español y la falta de perspectivas de crecimiento. El cierre supondrá, por tanto, la deslocalización de la producción nacional, que, según las informaciones iniciales, la empresa preveía trasladar a la planta del grupo en Inglaterra.