La cadena de restauración Grupo Empresarial Bambú se ha unido con el empresario José Rafael Machío Lamas, creador de la cadena de belleza No+Vello, para impulsar un concepto de negocio basado en espacios de venta de comida japonesa de máxima calidad, localizados en stands de centros comerciales y pequeños locales a pie de calle, y con intención de empezar a franquiciar este mismo año en España más de 30 locales bajo la marca 'Sushimore'.
Actualmente, la limitada Sushimore cuenta ya con dos puntos de venta abiertos este año: un stand sito en el C.C 'Moraleja Green', y un pequeño local a pie de calle, de entre 35-50 m2, en la madrileña Avenida del General Perón, 32, pero ampliará en breve su planta con una tercera unidad, un stand ubicado en el C.C 'Arturo Soria Plaza', a mediados de este mes. La empresa no descarta ampliar en más de 30 sus franquiciados para antes de que finalice el año, e iniciará a franquiciar este próximo mes de octubre con 10 locales, siete de ellos ubicados en la Comunidad de Madrid, y otros tres, en las ciudades de Vigo, Barcelona y Sevilla.
El conocido como Grupo Empresarial Bambú, propiedad de los hermanos de León Alcalá, que explota tres restaurantes temáticos asiáticos en Madrid con la enseña '99 Sushi Bar' y '19 Sushi Bar', será la encargada de elaborar los productos que venderá la nueva compañía, a través de la limitada Sushimaker, sociedad que cuenta con un centro de producción en Alcobendas (Madrid) y que suministrará exclusivamente a la empresa de recién creación. Pedro de León confirmó a Hostelmarket que cuentan con capacidad diaria para servir a unos 25 puestos de venta para Sushimore.
El concepto de Sushimore se basa en el denominado smart food de comida saludable, con más de 30 variedades de sushi, sopas, ensaladas, postres y bebidas, y donde el cliente puede elaborar su propia bandeja de forma personalizada, según sus gustos y preferencias, ya que los productos están envasados en paquetes individuales que pueden degustarse en el propio local o llevárselo en atractivos envases. La empresa incide en que la franquicia no necesita más que un pequeño desembolso al ser un negocio que no requiere cocina y puede operar con tan solo un empleado. La inversión inicial para franquiciar es de 38.000 €, con llave en mano, debido a las reducidas dimensiones de los puntos de venta, que no superan los 25 m2, para los stands, y entre 25-35 m2, para los locales a pie de calle, un royalty de 400 € al mes y duración de contrato de cinco años. Los puntos preferentes de ubicación estarían en centros comerciales, áreas empresariales, de ocio, y terminales de autobuses o de aeropuertos, entre otros.