La Fundación Pons ha presentado esta semana la nueva COBY-1, una camilla robotizada patentada a nivel internacional por su creador, el español Manuel Borges. El evento de presentación tuvo lugar el pasado lunes 17 en la sede de la fundación en Madrid, dentro del marco de sus ‘Encuentros de Innovadores en Tecnologías Sanitarias’.
COBY-1 se ha diseñado para asistir a pacientes con movilidad reducida, incluidas las personas encamadas, que se encuentran en hospitales, geriátricos o domicilios (pacientes tetrapléjicos, parapléjicos, con obesidad mórbida o recién operados, entre otros).
La camilla cuenta con varias funciones para mejorar la calidad de vida de estos pacientes: la primera es que permite recoger al paciente de la cama para trasladarlo a quirófano o donde sea necesario. La camilla puede poner al paciente en la mesa de operaciones y más tarde recogerlo de nuevo como el cirujano lo dejó, para después llevarlo a su cama automáticamente con la única asistencia de una persona.La segunda funcionalidad es la posibilidad de duchar al paciente y darle la vuelta en la propia camilla, sin necesidad de trasladarlo, porque la camilla cuenta con una bañera que recoge aguas con secador y agua a presión. Al paciente se le puede dar la vuelta de manera semi-automática, mientras se ducha, para poder llegar a cada una de las partes del cuerpo. La tercera utilidad de COBY-1 se refiere a los actos fisiológicos del paciente, que también se pueden realizar desde la propia camilla, con un inodoro que cuenta con un sistema de limpieza y secado de las partes íntimas del paciente completamente automático, sin necesidad de que el asistente intervenga en esta acción. Y, por último, la cuarta función de la nueva camilla es que puede adaptarse a la forma de una silla de ruedas eléctrica de paseo para que el paciente pueda pasar de la camilla a la silla automáticamente. Y más aún, la propia camilla puede ser utilizada como una silla de ruedas para trasladar al paciente a cualquier lugar de la casa u hospital para que pueda acompañar a sus amigos y familiares a hacer actividades en grupo, sentarse a la mesa o ver la televisión.
La nueva camilla es el fruto del trabajo de Manuel Borges, durante más de 40 años apostando por este desarrollo, inspirado en una dolencia de su padre, Ginés Borges, que le impidió moverse de la cama durante 17 meses, yen el accidente de un amigo en 2018. La camilla COBY-1 ha sido galardonada ‘Mejor Invención Española’ por la Oficina Española de Patentes y Marcas y ha recibido dos medallas de oro en premios internacionales en Ginebra y Rumanía.
Según Manuel Borges, "COBY-1 podría haber ayudado mucho en la pandemia. Como la camilla permite trabajar a distancia, no hubiera hecho falta acercarse al paciente, ya que ese momento era peligroso y podía haber riesgo de infección. Con la camilla hubiese sido automático, incluso para darle la vuelta”. En su intervención agradeció su colaboración a la Fundación Pons y al Hospital San Juan de Dios de Santa Cruz de Tenerife, porque “me han permitido ver cómo funciona la máquina en el ámbito hospitalario, antes de que fuese un prototipo final y volcaron su entusiasmo en esta camilla”.
Nuria Marcos, directora general de Pons IP declaraba que “es muy importante tener una protección con un proyecto en el mercado. La doble garantía de una persona física que lo respalde y que resuelva varios problemas técnicos con una finalidad social. La patente es un medio para un fin, y eso es lo que favorece la propiedad industrial, para que Manuel Borges pueda llegar con un inversor a una comercialización real. Es un elemento protegido que permite la explotación comercial”
Por su parte, el director gerente del hospital de Tenerife, Juan Manuel de León, aprovechaba para comentar las numerosas mejoras que supone la invención de COBY-1. “La camilla es un hito porque mejora las condiciones de trabajo de los sanitarios, además de mejorar la dignidad de los pacientes. Al paciente hay que trasladarlo de la cama al sillón, o en el hospital, del quirófano a la cama, y esto origina posturas forzadas del personal que derivan en lesiones. También debemos tener en cuenta la mejora de la dignidad del paciente, porque es terrible sentir que alguien te observa en tus momentos de mayor intimidad. Sin lugar a duda, esta camilla va a ser un avance brutal”.
Manuel Borges estudió Diseño Industrial de Máquinas en la escuela universitaria de Hannover. Durante sus más de cincuenta años de trayectoria profesional, ha trabajado en diferentes industrias como de la alimentación, la hostelería y la papelería, entre muchas otras. Además, fue gerente del sector naval en la isla africana de Cabo Verde.