El gobierno de la Comunidad Valenciana ha sacado a concurso el contrato de teleasistencia para toda la región, que podrá alcanzar un importe máximo de 51,4 M€ (IVA excluido). El contrato en cuestión comprende el servicio de teleasistencia avanzada para un máximo de 50.000 personas y por un plazo de dos años, contando desde el 1 de febrero de 2022. Existe la posibilidad de una prórroga de otros dos años, por lo que el contrato, que se licita por más de 26 M€ podría alcanzar un valor estimado total superior a los 51 M€.
El concurso está dividido en tres lotes distintos. El primero de ellos hace referencia a la prestación del servicio a personas dependientes en la provincia de Alicante, a un máximo de 9.720 personas usuarias del servicio de teleasistencia fija y a un máximo de 1.080 personas usuarias del servicio de teleasistencia móvil. El presupuesto base de licitación es de 5,7 M€. El segundo lote corresponde a la prestación del servicio a personas dependientes en las provincias de Valencia y Castellón, a un máximo de 29.250 personas usuarias del servicio de teleasistencia fija y a un máximo de 3.250 personas usuarias del servicio de teleasistencia móvil. El presupuesto base de licitación es de 17,4 M€. Por su parte, el tercer lote alude a la prestación del servicio a personas no dependientes atendidas hasta el momento bajo la cobertura del contrato A5O-216/2018, teniendo por objeto un máximo de 6.700 personas usuarias del servicio de teleasistencia fija en la provincia de Alicante. El presupuesto base de licitación alcanza 3,5 M€. Las personas usuarias del servicio de teleasistencia objeto del contrato, con carácter general, serán aquellas que sean declaradas dependientes por el Sistema para la Autonomía y Atención a la Dependencia (Saad), siempre y cuando no reciban servicios de atención residencial.
El contratista facturará a mes vencido el número de terminales que, durante ese periodo, hayan estado activos o hayan causado baja definitiva o temporal durante el mismo al precio unitario establecido en el contrato. Por su parte, el usuario dispondrá en su domicilio de un terminal conectado a un CA y que se activa por pulsación directa o accionando la Unidad de Control Remoto (UCR), dispositivo en forma de colgante o pulsera que la persona usuaria deberá llevar constantemente puesto. La conexión permitirá el contacto verbal “manos libres” con el CA.