La cooperativa catalana Suara, especialista en prestación de servicios y atención de recursos para colectivos desfavorecidos, ha puesto en marcha diferentes pruebas piloto para trasformar el modelo de atención en el hogar, aportando una perspectiva comunitaria. Para la puesta en marcha del proyecto de un nuevo modelo, Suara cuenta con la colaboración de los ayuntamientos de Barcelona y Sant Boi de Llobregat (Barcelona), así como de la Cooperativa Obrera de Viviendas de El Prat de Llobregat (Barcelona), para los que Suara presta el servicio de atención domiciliaria. El objetivo es conseguir dar un salto cualitativo que revierta directamente en la calidad de la atención prestada a las personas. Las pruebas piloto, que se están llevando a cabo de forma conjunta con la Cooperativa Resilience Earth, pasan por aplicar una perspectiva sistémica y tener en cuenta la realidad de las personas mayores para liderar la transición en el cambio de modelo.
Resilience Earth es una cooperativa sin ánimo de lucro de gestión del cambio, que apuesta por la resiliencia comunitaria, el diseño regenerativo y la economía social y solidaria como herramientas fundamentales para la transformación social, ecológica y económica. El proyecto compartido de Suara con Resilience Earthrecibe financiación en el marco de los proyectos singulares para la reactivación socioeconómica COVID-19 para empresas cooperativas impulsado por la Generalitat de Catalunya (Dirección General de Economía Social y Solidaria, el Tercer Sector y las Cooperativas).
Por todas sus actividades, Suara registró unos ingresos de 106,76 M€ en 2021, de los que el Área de Promoción de la Autonomía y Atención a la Dependencia representa el 63%. En el ámbito de SAD, Suara prestó 2,91 M de horas de atención durante el año, repartidos en sus contratos, que incluyen los servicios de atención domiciliaria del Ayuntamiento de Barcelona capital (dos lotes), y de los consistorios de Hospitalet de LLobregat, Mollet del Vallès, Sant Boi de Llobregat, Sant Cugat del Vallès, Ripollet, Rubí, Sant Adrià de Besos, así como el contrato del Consell Comarcal del Vallés Occidental y el SAD privado de la Cooperativa Obrera de Viviendas (COV).