El inicio de la digitalización, muy bien acogida en los hospitales y centros asociados, a menudo implica también la renovación de la infraestructura informática y de comunicaciones de los centros. Esta tarea suele plantear retos al personal especializado, ya que no existe una solución universal para las instalaciones médicas: las circunstancias son demasiado diferentes. Además, cada implantación debe cumplir estrictas normas de seguridad e higiene.
En pleno proceso de transformación digital del sector salud, hospitales, clínicas y residencias afrontan una renovación profunda de sus infraestructuras tecnológicas. Esta evolución, orientada a mejorar la atención al paciente y la eficiencia operativa, requiere de soluciones de comunicación que se adapten a entornos altamente exigentes, tanto desde el punto de vista de la seguridad como de la higiene.
Uno de los mayores desafíos para los equipos responsables de TI en centros sanitarios es que no existe una única solución válida para todos los entornos asistenciales. Cada edificio, cada planta e incluso cada unidad de cuidados intensivos tiene requerimientos específicos. A ello se suman las estrictas normativas en materia de limpieza y prevención de infecciones, que condicionan las decisiones tecnológicas.
Frente a este panorama, la tecnología DECT sobre IP ha demostrado su eficacia y se consolida como una alternativa eficaz, ágil y flexible. Estos sistemas permiten desplegar comunicaciones inalámbricas robustas y seguras, con terminales que no solo garantizan llamadas de voz, sino que se integran plenamente en los flujos asistenciales y operativos del día a día hospitalario.
Un teléfono inalámbrico IP DECT puede convertirse en un potente asistente móvil. Gracias a su diseño, es posible realizar llamadas de emergencia con localización con solo pulsar un botón o, gracias a la integración de balizas y etiquetas del tamaño de un chip, localizar equipos de trabajo móviles. Con esto se evitan o agilizan tediosas tareas como la búsqueda del médico de guardia, del equipo de rescate más cercano o del ecógrafo, el tensiómetro o incluso de una cama de hospital.
Estos terminales IP inalámbricos son también muy útiles para otras funciones como la activación de alarmas o la optimización de procesos cotidianos, como la administración de medicamentos. Presionando la tecla de función asignada, es posible activar silenciosamente las alarmas en todo el hospital o registrar automáticamente el tratamiento administrado en el expediente digital del paciente.
En situaciones de urgencia, esta capacidad de localización inmediata puede suponer una diferencia vital. Del mismo modo, se eliminan tiempos muertos y tareas improductivas como buscar manualmente a un facultativo o al equipo de emergencias más cercano.
La higiene no solo afecta a quirófanos o superficies de contacto, también es algo que alcanza a los dispositivos de comunicación. Los terminales compartidos por varios empleados pueden ser un vector de transmisión de virus y bacterias si no están fabricados con materiales adecuados. Por este motivo, existen fabricantes que ya apuestan por incorporan carcasas antibacterianas y diseños resistentes a la limpieza frecuente con soluciones desinfectantes a base de etanol.
Esta atención al detalle permite cumplir con los protocolos sanitarios más estrictos, incluso en zonas sensibles como UCI, unidades de neonatología o áreas quirúrgicas, donde la prevención de infecciones nosocomiales es una prioridad absoluta.
Además, los teléfonos IP DECT ofrecen funcionalidades específicas para apoyar el proceso de limpieza de habitaciones y quirófanos. Por ejemplo, el personal de enfermería puede notificar con un solo clic que una estancia ya está lista para su higienización. Esta alerta llega de inmediato a los responsables de limpieza, que a su vez actualizan el estado de la sala tras finalizar su trabajo, optimizando así el uso del espacio y mejorando la coordinación entre equipos.
Una de las barreras habituales en la adopción de comunicaciones inalámbricas es la complejidad de los edificios sanitarios, con estructuras que pueden dificultar la cobertura de señal. En este caso, las soluciones multicelda DECT responden a este reto con un diseño capaz de garantizar cobertura completa incluso en condiciones arquitectónicas complicadas. Esta tecnología permite conectar varios terminales con aprovisionamiento automático, lo que facilita su despliegue sin necesidad de inversiones desproporcionadas.
En España, el sector de tecnología sanitaria experimentó un crecimiento del 4,5 % en 2023, con una facturación de 10.600 millones de euros y más de 32.000 empleos directos, según la Federación Española de Empresas de Tecnología Sanitaria (Fenin). Parte de estas inversiones se orientan a mejorar los sistemas de comunicación y la coordinación interna, áreas donde soluciones como DECT IP tienen un impacto directo. Estos datos nos dejan ver cómo la transformación tecnológica en el ámbito sanitario ha dejado de ser una promesa para convertirse en una realidad en constante avance.
En un entorno donde cada minuto cuenta, la fluidez en las comunicaciones repercute tanto en la eficiencia operativa como en la calidad del cuidado al paciente. Optimizar procesos como la localización de personal, la gestión de emergencias o la disponibilidad de habitaciones tiene una influencia directa en la experiencia del usuario y en la sostenibilidad del sistema.
En este sentido, la tecnología DECT IP representa una solución inteligente, escalable y alineada con los retos actuales del sector sanitario. Su capacidad para integrarse en entornos críticos, garantizar la higiene, facilitar la movilidad y mejorar la comunicación interna la convierten en un aliado clave para hospitales y centros sociosanitarios en plena transformación digital.
Ante un sistema de salud que exige más eficiencia, más seguridad y más agilidad, las soluciones DECT IP no solo responden, sino que se anticipan.