Finalmente, el grupo Sar ha llegado a un acuerdo con Mapfre y Caja Madrid para comprar su negocio de atención geriátrica Mapfre Quavitae, integrado por 19 residencias con 3.198 camas, de las que nueve son privadas (1.574 camas), un complejo de viviendas (42 plazas), una treintena de centros de día (15 propios), además de al menos seis centros para personas con discapacidad (dos de ellos residenciales en Navarra). La entidad resultante, que nace con el nombre de SarQuavitae, asume además los servicios sociosanitarios de SAD y teleasistencia, que hasta ahora prestaba la filial geriátrica Mapfre Quavitae, con una cartera de 15.544 usuarios de ayuda domiciliaria y otros 21.479 clientes en teleasistencia (dato facilitado a septiembre de 2010). En la actualidad, la red individual de Sar está integrada por 30 residencias con 4.218 camas (3.234 propias), cuatro complejos de viviendas (460 camas más), además de siete centros diurnos (uno de ellos propio) y seis centros para personas discapacitadas (205 plazas) -dos residencias, un centro diurno y tres complejos de viviendas tuteladas-.
Según el remitido oficial, "la operación se engloba en la estrategia de crecimiento del Grupo Sar para ofrecer una cobertura amplia e integral de servicios especializados en la atención a la dependencia por todo el territorio español". De hecho, la adquisición del negocio residencial de Mapfre Quavitae concede a Sar penetración en mercados en donde hasta ahora no estaba presente, como Galicia, Asturias, Extremadura o País Vasco, y le catapulta al primer puesto del ranking de operadores geriátricos, por volumen de camas (7.918), adelantando al hasta ahora líder del sector Ballesol (7.058 camas). SarQuavitae mantiene además un total de 810 camas en construcción, repartidas en siete proyectos de nueva implantación en Cádiz, Barcelona, Jaén, Fuengirola (2), Sevilla y Andorra, mientras a Ballesol sólo le faltaría por abrir una concesión en Cantabria de 80 camas -está pendiente de resolución en al menos dos concursos-. SarQuavitae dará empleo a más de 12.000 trabajadores en toda España y alcanzará una facturación consolidada de 300 M€.
La operación, que deberá pasar todavía por la aprobación de la Comisión Nacional de la Competencia, ha sido tasada por algunas fuentes en 30 M€, sensiblemente inferior a los 70 M que sonaron meses atrás. La diferencia de precio radica en que finalmente la transacción obvia la titularidad de los inmuebles y otros activos de Mapfre Quavitae, que seguirían en manos de los antiguos accionistas (Mapfre y Caja Madrid) -Sar alquilaría los mismos durante un periodo de 30 años-.
Como se recordará, desde mayo de 2009 el grupo Sar está controlado por los fondos de inversión Palamon y G. Square, que alcanzan el 65%, mientras el 35% continúa en manos de la inversora Confide y el equipo directivo, encabezado por Jorge Guarner. Por su parte, Mapfre Quavitae reparte sus acciones entre Mapfre, S.A. (46,08%), Mapfre Familiar (10,76%) y Cajamadrid (43,16%).