El grupo francés Pernod Ricard ha desestimado finalmente la venta de su división vitivinícola en España, encabezada por Domecq Wines España, y ha anunciado su “apuesta por los vinos españoles, en especial por la DOC Rioja y la enseña 'Campo Viejo'”. En este sentido se enmarcaría el reciente nombramiento de un nuevo director general para Domecq Bodegas, Christian Barré.
La venta de esta unidad de negocio, integrada por 12 bodegas (cuatro de ellas en Rioja) y 530 trabajadores, y con un volumen de negocio en 2008 de 181 M€, se presentaba como una de las alternativas más sólidas con las que obtener liquidez y rebajar la abultada deuda contraida por Pernod Ricard a raíz de la adquisición de la sueca Vin & Sprit (“Absolut”), y que a 31 de diciembre de 2008 ascendía a 12.956 M€.
El planteamiento inicial era deshacerse de Domecq Bodegas antes del 30 de junio, fecha en la que el grupo cierra su ejercicio fiscal, algo que no fue posible materializar por la complejidad de las negociaciones con el grupo Osborne, que apareció como el principal candidato a hacerse con el negocio. En gran medida, debido a que la compañía andaluza no podía hacer frente a la adquisición de un volumen tan elevado de activos. Así, frente a la intención primera del grupo galo de vender Domecq Bodegas en bloque (fuentes de la compañía llegaron a asegurar que “si no se vende en pack no se vende nada”), Osborne ofreció adquirir la mayor parte de los activos, en concreto todas las bodegas del grupo salvo la riojana Juan Alcorta, y todas las marcas de vino excepto 'Campo Viejo' y 'Azpilicueta'.
En cualquier caso, con la decisión de mantener el negocio de vinos de Domecq, Pernod Ricard se mantiene como el segundo elaborador de vinos tranquilos en nuestro país, sólo por detrás de J. García Carrión.