El comercio minorista está de enhorabuena. Por primera vez desde que se iniciara la crisis en 2008, ha conseguido cerrar un ejercicio en positivo, con un crecimiento de sus ventas del 1,0% corregidos de efectos estacionales y de calendario y del 0,9% en la serie original, según datos del INE. En esta evolución ha sido determinante la campaña navideña, que se saldó con una subida del 6,5% respecto a diciembre de 2013, mejora que ha acabado por confirmar las buenas expectativas que habían anunciado los grandes operadores de la distribución integrados en ANGED y de las que ya se hizo eco Alimarket .
Precisamente, en lo que respecta al comercio minorista de alimentación, en diciembre la facturación de estos establecimientos se elevó un 4,9% frente a la Navidad de 2013. Así, tras esta importante subida, supermercados e hipermercados cierran el ejercicio que acaba de concluir con un crecimiento medio de sus ventas del 0,8% , dos décimas por debajo ICM general, en el que se incluyen también estaciones de servicio y tiendas de otros sectores, y siete décimas porcentuales menos que el incremento registrado por el comercio de no alimentación. Por comunidades autónomas, todas aumentaron sus ventas respecto a la campaña navideña de 2013, destacando especialmente la evolución registrada en Baleares (+9,4%) y Cantrabria (+8,8%). Ya en el conjunto del año, la facturación aumentó en 12 comunidades, mientras, por contra, resultaron penalizadas Aragón (-2,0%), Castilla y León (-1,5%), Asturias (-0,5%) y Madrid (-0,2%) .
En términos de empleo, los datos son menos optimistas, pese a que se consiguió también cerrar el ejercicio en positivo tras seis años de caídas . En diciembre el índice de ocupación mejoró un 0,8% frente a las navidades pasadas, lo que propició que la media del año finalmente quedara en una tímida subida del 0,1%. Sólo las pequeñas cadenas recortaron personal el año pasado, con un descenso del 1,8%.
Desde la Asociación Española de Distribuidores, Autoservicios y Supermercados (Asedas) considera que, entre otros factores, este crecimiento es consecuencia de haber mantenido el IVA, porque "una subida habría sido desastrosa para las ventas en alimentación, tal y como se vivió en 2012". Asimismo, según Asedas, el cambio de tendencia es resultado de la respuesta coordinada de toda la cadena agroalimentaria ante retos como el veto ruso a los productos de alimentación españoles, "lo que ha logrado minimizar los efectos negativos y ha ayudado a devolver la confianza a los consumidores".