La marca 'DYC', de Beam Suntory Spain y distribuida por Maxxium, lanza nueva campaña en la que se presenta la imagen renovada del whisky español por excelencia. 'DYC' es la segunda marca de whisky más consumida en España con un volumen, entre todas sus variedades, superior a las 750.000 cajas (unos 9 M de botellas).
'DYC' quiere celebrar su vinculación más optimista y auténtica con sus consumidores, abogando por disfrutar cada momento de la vida. “Celebremos lo que somos” es el claim de comunicación de esta campaña, que no se centra en los logros o éxitos que conseguimos sino en lo que somos, ensalzando los valores de amistad, cercanía, autenticidad o pasión que la marca comparte con su público.
Este lanzamiento supone el regreso de la marca tras varios años sin realizar acciones publicitarias. De hecho, su última camapaña fue "Sin complejos", lanzada en 2010. La nueva campaña que comienza a finales de mayo, realizada por TBWA, tendrá presencia en medios impresos y exterior. La nueva imagen destaca la grafía “Y” , que se convierte en icono y representa a alguien que levanta los brazos para celebrar la vida, abrazar a sus amigos, divertirse y brindar.
En paralelo, la compañía también ha renovado el diseño de la icónica botella de bourbon 'Jim Beam', siendo la primera vez que se realiza un cambio significativo en décadas. A partir de mediados de 2016, todo el portfolio de 'Jim Beam' tendrá un aspecto más premium en los más de 100 mercados de todo el mundo en los que está presente. Europa será el primer gran mercado en recibir el nuevo packaging que incluye un nuevo diseño de la botella más estilizada y con contornos únicos, etiquetas con papel de alta calidad, lámina de oro y acabados en mate; cierres únicos para las botellas y la armonización de etiquetas en toda la gama. En España estará disponible desde agosto.
Además, la familia 'Jim Beam' se amplía con la incorporación de 'Jim Beam Double Oak', con el que la compañía da un paso más allá en la elaboración del Kentucky Straight Bourbon madurando su mítico whisky en no una sino en dos barricas de roble americano. Este proceso permite que el producto mantenga un contacto más intenso todavía con la madera, logrando un equilibrio perfecto entre sus matices más profundos e intensos. El resultado es un whiskey bourbon con un intenso aroma a roble y vainilla y una complejidad excepcional.