"Queremos paliar el descenso en el consumo de leche, que ha sufrido una cierta demonización en los últimos años. Este proyecto va a generar confianza en la leche", asegura Tomás Pascual, presidente de Calidad Pascual . El proyecto ha sido la certificación por Aenor de las 384 granjas que abastecen de leche la planta de Calidad Pascual en Aranda de Duero. "Somos el primer gran grupo lácteo en España con todas sus granjas certificadas", continúa Tomás Pascual, que defiende la apuesta por el bienestar animal como un proceso de generación de valor que repercutirá en toda la cadena, incluyendo a los ganaderos.
De cara al consumidor, los envases de 'Pascual' incluyen el claim "Bienestar Animal Garantizado" y una explicación sobre el proceso de producción, desde la granja y las relaciones con los ganaderos, pasando por la recogida y los controles de calidad.
El lema de bienestar animal aparecerá también en otros productos con base de leche elaborados en las insalaciones de Aranda, como los batidos y la gama 'Bifrutas'. José Luis Sáiz, CEO de Calidad Pascual, explica que esta apuesta por el bienestar animal es coherente con la historia de la compañía, que desde sus inicios en 1969 se ha caracterizado por un intenso trabajo en el campo, con programas para ayudar a la profesionalización de sus ganaderos. La certificación Aenor Conform (basada en el programa europeo Welfare Quality) exige dos auditorías como mínimo al año y, en síntesis, comprueba que las vacas reciben una buena alimentación, cuentan con un buen alojamiento, tienen un buen estado de salud y que son tratadas de una manera apropiada a las necesidades de la especie.
Tomás Pascual, Presidente de Calidad Pascual
Sáiz descarta que Calidad Pascual vaya a entra a corto plazo en otras fórmulas, como la producción de lácteos ecológicos. A la compañía le queda explicar ahora al consumidor que el bienestar animal repercute directamente en la calidad de la leche. Según datos del Eurobarómetro, aunque la mayoría de los europeos se muestra muy preocupado por el bienestar de los animales, sólo un 17% lo asocia con la calidad de los productos, mientras que la mayoría alega esta preferencia en motivos éticos y medioambientales.