Algo se mueve en el sector de la sidra. Las ventas en alimentación crecen tanto en volumen como en valor, especialmente la categoría de las gasificadas, y estos buenos resultados tienen que ver con las innovaciones que se están introduciendo, con el objetivo de atraer a nuevos consumidores.
De hecho, la sidra encaja con muchas de las tendencias actuales: es una bebida elaborada a partir de fruta, con bajo contenido alcohólico y sabor refrescante, a la que se están añadiendo sabores nuevos y presentaciones innovadoras. Todo ello está dando como resultado la revitalización del lineal y que cadenas como Mercadona amplíen el espacio de la categoría e incluso lancen propuestas propias, como 'Wild Panther'.
Las ventas de sidra en la distribución organizada, según datos de IRI para el periodo interanual concluido en julio de 2018, habrían ascendido un 4% en volumen y un 6,5% en valor. Una subida, más acusada en valor, atribuible principalmente a la buena evolución de la variedad achampanada, que sigue suponiendo el 70% del total.
Con datos más en detalle, tanto de esta como de otras consultoras y del Mapama, que se pueden consultar en el último Informe 2018 del Mercado de Sidra, publicado por Alimarket, la conclusión es que a este impulso de la sidra ha contribuido el desarrollo de las cider: una bebida natural elaborada a partir de zumo de manzana y con burbuja fina. De hecho, Nielsen detalla que "en el canal de hipermercados, donde el año pasado se podían encontrar unas 16 referencias de sidra, este año ya se encuentran de media alrededor de 21”.
Sin ir más lejos, IRI posiciona ya entre las tres primeras marcas en la distribución organizada a la cider ‘Ladrón de Manzanas’, de la cervecera Heineken, que llegó hace apenas un año al mercado, si bien sigue liderando Grupo El Gaitero, de forma destacada.
Un turismo que favorece el consumo de sidras de importación; la introducción de nuevos formatos, como la lata, que convierte a las cider en una alternativa a la cerveza; la ampliación de opciones de consumo con nuevos sabores y variedades ecológicas; e incluso el lanzamiento de sidras sin alcohol y de bebidas derivadas de la sidra, como cócteles y vermut.. todo ello favorece el incremento del consumo de esta bebida, que encaja con las tendencias más actuales.