La Comisión Europea no suspenderá el arancel aduanero preferencial a la importación de bananas procedentes de Nicaragua, a pesar de que este país ya rebasó durante el pasado marzo la cantidad acordada con la Unión Europea. La evaluación de la institución comunitaria, basada en la evolución del mercado entre enero y febrero, determina que no tienen consecuencia negativas -debido al volumen reducido-, además de considerar que no afecta a las producciones de las regiones ultraperiféricas, como la de plátano en las islas Canarias.
Conforme a la Asociación de Organizaciones de Productores de Plátanos de Canarias (Asprocan), las importaciones de banana desde terceros países han continuado creciendo a consecuencia de la reducción de aranceles en países de América y África “sin que el mecanismo de defensa establecido en los acuerdos comerciales haya sido aplicado desde su establecimiento”. Nicaragua ha sido el último en rebasar este límite previsto por la Unión Europea en su acuerdo de reducción arancelaria, ya que desde el pasado 25 de marzo supera las 14.500 t dictaminadas en un principio para todo el ejercicio 2019.
“El problema es que la Unión Europea no reconoce que la importación de banana desde Nicaragua se ha situado un 26% por debajo del precio medio, lo que ha provocado un efecto de caída en el valor de la banana en general”, han subrayado desde la entidad canaria. A esto se suma, según Asprocan, que se ha tomado como referencia el impacto durante el periodo de enero y febrero, en lugar de hacerlo sobre el periodo posterior a haberse superado del límite de importaciones establecido. Esto, a su juicio, toma especial relevancia teniendo en cuenta que dicho límite se superó en marzo y a partir del mes de abril la situación del plátano europeo ha venido sufriendo un importante deterioro.
“Una vez más, la Comisión Europea ha rechazado aplicar las medidas previstas en los acuerdos internacionales como mecanismos de protección y estabilización, con lo que el efecto llamada es indudable”, ha afirmado Domingo Martín, presidente de Asprocan. “Es preocupante ver cómo se aplica en junio, meses después del incumplimiento, haciéndose sobre datos de enero y febrero, y sin tener en cuenta el ritmo de superación del umbral ni cómo están afectadas las producciones de plátano comunitarias”, ha añadido Martín.
La Asociación de Organizaciones de Productores de Plátanos de Canarias (Asprocan) está formada por las OPP Agrícola Llanos de Sardina, SAT Agricultores de Tenerife, Grupo Regional de Cooperativas Plataneras (Coplaca), Cooperativas Unidas de La Palma (Cupalma), SAT Europlátano y SAT Plataneros de Canarias. Su función es coordinar el control técnico y medioambiental de la producción, y gestionar ‘ Plátano de Canarias ’ .