La ventas de helados de Lidl crecieron un 23,1% en 2022 con respecto al año anterior, superando el incremento global del sector que se situó en un 13,3%, según datos de Kantar. Con una cuota de mercado del 8,5%, según datos de la consultora, la compañía se consolida como uno de los retailers líderes en la categoría con su MDD.
A pesar del incremento de las materias primas y la consiguiente subida de precios, además de la reducción de la cesta de la compra, los helados continúan siendo uno de los productos que más aumenta su presencia, en este caso hasta un 26%, informan en un comunicado de la cadena.
Lidl través de sus marcas propias, 'Gelatelli' y 'Bon Gelati', presenta un total de 101 referencias, que van desde helados proteicos -donde cuenta con una gama de 9 sabores-, hasta helados sin azúcares añadidos, polos de hielo, sorbetes, helados veganos, y helados americanos con trozos de galleta o caramelo.
La cadena ofrece también una gran variedad de formatos: copas individuales de sorbete de mango, tarrinas crujientes de Choco Brownie, mochis de coco, polos como los Ice Pop de kiwi, manzana y pepino, o las barritas proteicas heladas de Choco Chips. Todos ellos se pueden encontrar en las más de 650 tiendas que Lidl tiene en nuestro país.
Además de generar momentos de indulgencia y placer, Lidl se compromete con el comercio justo y la sostenibilidad ya que los helados de la marca cuentan con certificaciones de cacao sostenible, como el Rainforest Alliance y el sello Fairtrade. Por último, Lidl también trabaja con el sello "UE Bio", que certifica que todos sus productos cumplen con los requisitos mínimos de calidad ecológica establecidos a nivel europeo.
“Nuestro objetivo es poner al alcance del consumidor una amplia gama de sabores y formatos. Por ello, nos esforzamos continuamente por ofrecer productos innovadores, originales y con la mejor relación calidad-precio que nos permitan llegar a diferentes públicos y tipos de dietas”, afirma Miguel Paradela, director general de Compras de Lidl en España.