¿Cuáles son los principales desafíos del sector?
Daniel Silva, director de compras de Aldi Portugal: Al igual que el año anterior, 2025 se presenta como un año de grandes retos. Los consumidores siguen comprando con cautela y controlando sus gastos, por lo que el ahorro sigue teniendo una gran influencia en sus decisiones. Sin embargo, factores como la relación calidad-precio, la comodidad, la sostenibilidad y la búsqueda de alimentos saludables también entran en la ecuación. El desafío es, por tanto, ser capaz de anticiparse a sus necesidades y responder a sus preferencias de forma rápida y eficaz, creando valor. Pero, a pesar de los retos, el sector también presenta oportunidades de crecimiento, a través de la innovación y la adaptación a las nuevas preferencias de los consumidores.
Carla Esteves, directora ejecutiva de Aqui É Fresco: El sector minorista de la alimentación, a pesar de su expansión, se enfrenta a varios retos que pondrán a prueba su capacidad de adaptación. Con una inflación que todavía deja marcas y unos consumidores cada vez más sensibles a los precios, mantener el equilibrio entre precios competitivos y márgenes de beneficio será un reto importante. Las promociones agresivas funcionan, pero pueden erosionar la rentabilidad si no se gestionan bien. La dificultad de contratar y retener personal, especialmente en funciones operativas (cajeros, almacén, logística) es una realidad. Muchos operadores recurrirán a la IA, pero requiere inversión y formación. También podemos señalar la dificultad de gestionar eficazmente la cadena de suministro (desde el aprovisionamiento hasta el transporte) y, lo que es aún más complicado, la gestión de stocks. La exigencia de una mayor responsabilidad medioambiental y la adaptación a las nuevas normativas es un reto constante y la transformación digital, donde, sobre todo las más pequeñas, no pueden seguir el ritmo. El mercado demanda apps, entregas rápidas…, pero la digitalización requiere inversión, integración de sistemas y cambios internos. Por último, me gustaría mencionar un reto enorme: la fidelización. La oferta es muy amplia, los consumidores cambian de marca por pequeñas diferencias de precio, lo que hace que la fidelidad al establecimiento sea cada vez más frágil.
Acácio Santana, director general de Covirán Portugal: El sector de la distribución alimentaria se enfrenta a una serie de retos que requieren una gestión cada vez más rigurosa y estratégica. Uno de los principales objetivos es la fidelización del cliente, en un contexto donde el consumidor se muestra más selectivo, sensible al precio y muy atento a la propuesta de valor de cada enseña. Establecer relaciones duraderas con el cliente, basadas en la confianza, la conveniencia y la relevancia de la oferta, se ha vuelto esencial. Otro desafío estructural es el refuerzo de la notoriedad de las marcas, en un mercado cada vez más competitivo y fragmentado. En el caso de modelos cooperativos como el de Covirán, esta notoriedad se construye con constancia, tienda a tienda, a través de una experiencia de compra diferenciada y cercana a la comunidad. El periodo de verano también será un momento clave. Creemos que el turismo residencial —aquel que implica estancias prolongadas con impacto directo en el consumo alimentario— será fundamental para nuestro buen desempeño. Este tipo de turismo tiene un peso importante en las zonas donde estamos presentes y representa una gran oportunidad para el sector. Por otro lado, los costes operativos siguen al alza, con especial incidencia en los laborales y logísticos, lo que obliga a una gestión equilibrada entre rentabilidad y calidad del servicio. La presión sobre los márgenes es real y somos muy conscientes de la necesidad de encontrar un equilibrio entre el control de costes, la valorización del equipo y el mantenimiento de la competitividad.
¿Hacia dónde evolucionará el retail de alimentación?
Daniel Silva (Aldi Portugal): El comercio minorista de alimentación continuará evolucionando y siguiendo el ritmo de las tendencias emergentes. Desde el punto de vista tecnológico, la mayor inversión en inteligencia artificial, no solo para optimizar las cadenas logísticas sino también para mejorar la experiencia de compra, es uno de los principales factores que seguirán dando forma al sector. Por otro lado, se espera que las marcas de distribuidor sigan ganando más espacio en los lineales, ya que son percibidas como una alternativa a la altura -o a veces incluso superior- de las marcas de proveedor, no solo por su calidad, sino también por su atractivo precio.
Carla Esteves (Aqui É Fresco): Creo que el sector evolucionará de forma cada vez más estratégica y tecnológica. Veremos la proliferación de supermercados de barrio y tiendas de conveniencia, impulsados por consumidores que valoran la rapidez y la proximidad. El modelo «comprar rápido y cerca de casa» ganará terreno, reflejando las exigencias de un estilo de vida más dinámico y urbano. También se prestará más atención a la logística sostenible: rutas optimizadas, reducción de emisiones, vehículos eléctricos y envases reutilizables formarán parte de la nueva oerativa. El crecimiento del ecommerce (entregas ultra-rápidas), la expansión de las apps de venta al por menor e incluso la aparición de tiendas automatizadas transformarán la experiencia de compra. La sostenibilidad dejará de ser una tendencia para convertirse en una prioridad efectiva. Las grandes cadenas acelerarán sus compromisos con los objetivos ESG (medioambiente, social y gobernanza) y los lineales reflejarán este cambio: más productos locales, ecológicos, con envases reducidos e información transparente sobre el origen de los alimentos. Las fronteras entre lo digital y lo físico desaparecerán. Comprar online y recoger en tienda, hacer devoluciones cruzadas o utilizar apps dentro del punto de venta será la nueva normalidad, creando una verdadera experiencia omnicanal. En resumen, la distribución alimentaria en Portugal será más cercana, más rápida, más tecnológica y más sostenible. Aquellos que sean ágiles, innovadores y sepan interpretar las señales de los consumidores sin duda marcarán el camino.
Acácio Santana (Covirán Portugal): Creemos que seguirá evolucionando en dos direcciones. Por un lado, se prevé una mayor concentración de los principales operadores, con modelos de tiendas de mayor tamaño, gran capacidad logística y un fuerte poder de negociación, lo que reforzará su presencia en los grandes núcleos urbanos y en zonas de alto tránsito. Por otro lado, el comercio de proximidad seguirá consolidándose como una alternativa relevante, especialmente cuando se distingue por su conveniencia, rapidez de acceso y capacidad de adaptación a la realidad local. Hay margen para que la proximidad gane protagonismo, sobre todo entre los consumidores que valoran la disponibilidad inmediata, la relación con el comerciante y un surtido ajustado a sus preferencias y hábitos. Hoy en día, todos los operadores intentan posicionarse como “proximidad”, pero es importante subrayar que la proximidad no se define únicamente por la ubicación o por estar presente en zonas residenciales. La verdadera proximidad va mucho más allá: implica una conexión real con el cliente, un conocimiento profundo del territorio y la capacidad de responder a las necesidades y preferencias de cada comunidad.