Los avances de la IA en la actualidad son incuestionables y están cambiando la forma en la que se ha desarrollado el mundo hasta el momento. Robótica, modelos generativos, coches autónomos y transporte inteligente, logística o aprendizaje son solo algunas de las innovaciones tecnológicas que continúan ampliándose día a día y llegando cada vez a más sectores. En la distribución alimentaria española, el empleo de esta tecnología se suele concentrar en la cadena de suministro; los servicios de atención al cliente, con asistentes virtuales, o para mejorar la operativa del ecommerce, mediante el procesado del historial de compra de los clientes para hacerles recomendaciones personalizadas. En el propio establecimiento, la IA puede detectar roturas de stock, realizar seguimiento de la caducidad de los alimentos -lo que disminuye el desperdicio alimentario-, identificar tipos de frutas y verduras en balanzas gracias a sistemas con cámaras de visión artificial o actualizar los precios de los productos con etiquetas electrónicas, entre otros.
En el caso del frío comercial, el camino es más lento que en otros ámbitos, si bien, como señala Alfonso Antoñanzas, de Exkal, “el área de la gestión energética de los supermercados tiene entidad y oportunidades de generar ahorros importantes y podría convertirse a corto plazo en el foco para integrar la IA en el supermercado”. De hecho, no debe olvidarse que las instalaciones de refrigeración son las que mayor peso tienen en la factura energética del supermercado y, aunque el cambio en los últimos años a centrales, instalaciones y equipos más eficientes y sostenibles ha mejorado esta contribución al gasto, la integración de la IA en la refrigeración podría mejorar aún más la operativa de las cadenas y el control de sus costes energéticos. Iván Lucas, de Frigicoll, considera que se trata de “una tecnología muy nueva que aún tardará un tiempo en llegar a los equipos de refrigeración comercial. Empezará por los sistemas de telegestión y los controladores electrónicos de los servicios frigoríficos, permitiendo optimizar la eficiencia de todos los sistemas”.
Algunos fabricantes de equipos de refrigeración comercial han dado sus primeros pasos para integrar la IA, dado que, como señala Diego Ortega, de Epta, “en este campo las oportunidades son muchísimas, algunas de ellas seguramente todavía por concebir y entender”. La compañía ha utilizado la IA para el desarrollo de su aplicación GAM, que, añade, “permite la telemonitorización de todos los equipos en propiedad del retailer, independientemente del fabricante de la electrónica que incorporan. Se añade a esta ventaja de integrar distintos sistemas, el conocimiento que la recopilación de tantos datos ofrece para optimizar el diseño de los muebles, el proyecto de los sistemas y el mantenimiento de cada tienda en su óptimo punto de funcionamiento, lo que redunda en la reducción del desperdicio alimentario, un consumo menor y, en definitiva, la sostenibilidad del planeta”. En un ámbito diferente, este profesional pone como ejemplo de aplicación de IA la transformación de “las vitrinas y murales de simples equipos estáticos a plataformas de comunicación interactivas, gracias a la integración de tecnologías, como pantallas digitales o sistemas de cámaras inteligentes capaces de monitorizar las reacciones de los consumidores y perfilar los comportamientos de compra”.
También Sergio Isabel, de CCR Commercial Refrigeration Spain, añade que la empresa “aplica algoritmos de IA en algunos procesos, como el ajuste del rendimiento de los compresores en tiempo real, detectar anomalías y optimizar el consumo energético. También trabajamos en soluciones de machine learning predictivo, que permiten anticipar fallos o fugas y programar intervenciones antes de que afecten a la operación”. En su opinión, “a futuro, la IA permitirá incluso adaptar la curva de rendimiento de cada instalación en función del tráfico en tienda o las condiciones ambientales externas, lo que abrirá un nuevo nivel de eficiencia y fiabilidad”.
En todos los casos, el objetivo es, como indica Santiago Zorrilla, de AHT, “aprovechar la IA para mejorar la eficiencia energética, anticipar necesidades de mantenimiento y optimizar el funcionamiento general de las instalaciones”. El departamento de desarrollo de producto de la compañía, según traslada, “está trabajando activamente en nuevas tecnologías vinculadas a la inteligencia artificial, especialmente orientadas a la monitorización y optimización del rendimiento de los equipos, así como para un mantenimiento tanto preventivo como correctivo de los mismos”.
Aunque parece que queda mucho por hacer en lo que respecta a la integración de la IA en los propios equipos, ya se han dado los primeros pasos. En este sentido, entre los pioneros se encuentra Unilever, que dispone de una flota de congeladores con IA para mejorar la experiencia de compra y evitar roturas de stock. También Carrefour ha implantado diversos muebles refrigerados dotados de IA en Bélgica y París a través de su concepto de tienda autónoma ‘Carrefour Buybye’. En este proyecto, desarrollado en colaboración con la startup Reckon AI, la tecnología combina tanto el pesaje del producto como la detección mediante visión por ordenador, con cámaras en cada estante para reconocer los productos desde todos los ángulos.