La propuesta lanzada por el Gobierno en relación a la nueva regulación de horarios comerciales que prevé instaurar a nivel nacional no ha satisfecho a las grandes asociaciones Anged y Aces, que la siguen viendo restrictiva. En concreto, el ejecutivo propondrá elevar en 2013 de 8 a 10 el mínimo de domingos y festivos en los que el comercio puede abrir, aumentar de 72 a 90 h las horas de apertura semanales (días laborables) y extender la libertad horaria a los establecimientos de menos de 300 m2 -en algunas autonomías ya estaba permitido hasta los 150 m2-. Además, ha señalado una serie de ciudades que actualmente cumplen una serie parámetros de recepción de turistas y que tendrían que delimitar una serie de zonas en las que gozarían de libertad total de horarios. Inicialmente, estas ciudades serían Alicante, Barcelona, Bilbao, Cartagena, Córdoba, Granada, Las Palmas de Gran Canaria, Madrid, Málaga, Palma de Mallorca, Santa Cruz de Tenerife, Sevilla, Valencia y Zaragoza.
La asociación Anged, que entre otras agrupa a cadenas como Alcampo, Carrefour, El Corte Inglés, Eroski, Mediamarkt o Fnac, considera que "se trata de una reforma solo aparente, con un impacto irrelevante y muy alejado de las medidas de calado que requiere le economía española para recuperar la confianza y el consumo". Anged estima que ya hay estudios que alertan de que los horarios actuales impiden la creación de 20.000 puestos de trabajo a medio plazo y el crecimiento de un 2,8% de la facturación del sector minorista.
Por su parte, Aces, patronal ya focalizada en el segmento de supermercados, considera que la propuesta "va en la buena dirección, aunque es insuficiente, ya que debe ser prioritaria la eliminación de cualquier obstáculo a la iniciativa comercial". La patronal se reserva su valoración definitiva hasta que no se conozca el texto legal completo, "pero hay que seguir avanzando en la liberalización para que sea el propio sector y las empresas los que decidan".
Asedas, en la que se integran grupos como Mercadona y Miquel Alimentació, aboga, simplemente, por una normativa que acabe con la dispersión entre comunidades autónomas y que propicie una mayor homogeneidad entre los territorios en materia de horarios comerciales.