El mercado español de pavimentos de madera y laminados ha entrado en los últimos ejercicios en situación de equilibrio tras frenar en cierta medida la caída iniciada desde la pandemia, que no solo ha sido provocada por la crisis sanitaria sino también por aspectos como la posterior inflación en la energía, la volatilidad de las materias primas, o la competencia tanto de nuevos materiales como de las importaciones de países extracomunitarios. Para afrontar un entorno cambiante y que no está exento de incertidumbres, las compañías del sector han sabido encontrar apoyos en segmentos clave como la rehabilitación, la reforma y determinados proyectos vinculados al turismo. A ello se suma la estabilización del canal Retail, lo que contribuye a sostener el mercado. El protagonismo en laminados continúa en mayor medida en manos de las grandes marcas europeas, con excepción de las españolas Finsa y Faus, mientras que la producción de tarima y parquet se encuentra más repartida.