La fabricante cordobesa de ventanas de madera Torinco ha presentado en la feria Maderalia, que tuvo lugar en Valencia a primeros de febrero, la primera ventana certificada por el Passivhaus Institut (PHI) para climas cálidos. La certificación Passivhaus de componentes, dentro de sus distintos niveles, constituye la más alta certificación relativa al ahorro energético. En este sentido, la composición técnica de la envolvente acristalada de los edificios desempeña un papel clave en términos generales y particulares.
En cualquier caso, la ventana constituye unos de los elementos de toda edificación por donde puede registrarse una mayor pérdida o ahorro de energía, dependiendo de su composición e instalación. La arquitectura contemporánea, tendente a la introducción de grandes ventanales, hace aún más exigente un estudio detallado de los cerramientos si no se quiere incurrir en un costo energético desorbitado para garantizar un confort térmico óptimo. De ahí que los proyectos avalados por la certificación Passivhaus sean cada vez más en Europa y otros continentes.
En España, ningún fabricante nacional ha certificado una ventana bajo estos estándares de calidad. Tampoco existe a nivel internacional ninguna ventana certificada en clima cálido, por lo que los consultores Passivhaus tienen que desarrollar una serie de cálculos en cada caso para tener que evitar la instalación de componentes certificados diseñados para el rigor frío del clima centroeuropeo, lo que encarece el proceso de diseño Passivhaus. La certificación de la primera ventana en clima cálido a nivel internacional por parte de Torinco va a simplificar enormemente el diseño y construcción de edificios de consumo energético casi nulo bajo estándar Passivhaus. Si bien, este hito marca un punto de inflexión en el desarrollo de ventanas de alta calidad, cabe citar también que en el año 2011 Torinco homologó una ventana de alta eficiencia energética Clase A+3, según las exigencias de la normativa BFRC de Reino Unido.