La multinacional gallega Cortizo, especializada en la producción de sistemas de aluminio y PVC para la arquitectura y la industria, ha comunicado su salida del accionariado de la fabricante manchega de ventanas Corext-PVC debido a la "incompatibilidad" con su actividad de producción de perfiles de PVC. Cortizo se ha deshecho del 50% del capital que tenía en esta compañía y que ha sido adquirido por Strugal (30%), que controlaba el restante 50% y ahora alcanza el 80%, y por Ángel González, director de producción de Corext, que se ha hecho con el 20%.
Corext-PVC, creada por los grupos Cortizo y Strugal, dispone de instalaciones productivas en la localidad de Manzanares (Ciuda Real), con una capacidad de producción de 95.000 ventanas de PVC al año. En 2016, la compañía destinó 380.000 € a la ampliación de diferentes áreas productivas de sus instalaciones. En el pasado ejercicio facturó 8,12 M€ y cuenta con una plantilla de 59 empleados.
La decisión de Cortizo se enmarca dentro de su estrategia de potenciar su negocio de perfiles de PVC, incompatible, según la compañía, con mantener una participación en una fabricante de ventanas de PVC. En este sentido, hay que recordar que, dentro del actual plan estratégico de Cortizo, que se prolongará hasta 2020, se incluyen las actuales obras de ampliación de sus instalaciones dedicadas a la elaboración de perfiles de PVC en Padrón, con la incorporación de tres nuevas líneas de extrusión y la ampliación del área de mezclado, que permitirán a la compañía alcanzar una capacidad productiva de 50.000 t/año. Las obras, en las que se Cortizo está invirtiendo 10 M€, estarán finalizadas durante el primer trimestre del próximo año. Esta división de PVC da empleo a 61 trabajadores. En 2016, el grupo Cortizo registró un volumen de negocio de 470 M€ (+12%), con 2.530 empleados en todo el mundo.