Interior de la planta de Celsa
El grupo siderúrgico catalán Celsa ha cerrado el proceso de refinanciación de su deuda bancaria, que asciende a 2.673 M M€ , tras rubricar el preacuerdo que tenía establecido desde el pasado julio con una veintena de entidades acreedoras (90% de la deuda). Santander y Popular (555 M), BBVA (360 M), Sabadell (360 M), Caixabank (300 M), Bankia (210 M) y Abanca (140 M) componen el grupo de los principales acreedores que suman el 71% de los créditos de la siderúrgica, mientras el resto se reparte entre otra treintena de entidades. Del montante total, 1.248 M€ se dejan fuera del balance y se establece un vencimiento único final, tanto de principal como de intereses, en 2023. El endeudamiento se fija así en 1.425 M€, cuya devolución se prolongará durante los próximos cinco años.
Entre las condiciones fijadas por la banca, se encuentran la posibilidad de capitalizar deuda en caso de impago y la profesionalización de la gestión del grupo , que deberá dar entrada a dos profesionales independientes supervisados por la banca acreedora. En este sentido, en sustitución del Administrador Único, se ha creado en la holding Barna Steel un consejo de administración formado ahora por tres miembros de la familia Rubiralta y dos directivos. A este órgano deberán incorporarse en la próxima etapa los dos profesionales independientes , en sustitución de dos de los actuales componentes.
El grupo Celsa tuvo ingresos de 3.386 M€ y un ebitda de 288 M en 2016 , con una plantilla total de 9.300 empleados. Liderado por Cía. Española de Laminación (Celsa) , el grupo cuenta con las filiales fabricantes Nervacero , Aceros para la Construcción y Celsa Atlantic en España, entre otras. Además, tiene una relevante presencia industrial en Reino Unido, Irlanda, Noruega y Polonia.