El grupo asturiano Agalsa, encabezado por la compañía Asturiana Galvanizadora, ha iniciado su cuenta atrás para buscar un comprador que mantenga su unidad productiva. El Juzgado de lo Mercantil número 3 de Gijón, como adelanta La Nueva España, aprobó el pasado 2 de abril el plan de liquidación de la compañía. La hoja de ruta contempla la venta total de la unidad productiva y en caso de no llegar ofertas, en el plazo de un mes, se procedería a la fragmentación de los activos de la compañía para facilitar su venta. Agalsa consolidó ventas de 38 M€ en 2015, con unos activos valorados por la administración concursal en casi 18 M€ y un pasivo de 22,50 M€.
Algasa está especializada en la galvanización en caliente y a finales de 2016 se acogió a la Ley Concursal para tratar de llegar a un acuerdo con sus acreedores, que finalmente desembocó en el concurso de acreedores. En este tiempo su plantilla se ha reducido de un centenar a sólo 25 empleados que actualmente se encuentran en una regulación temporal.
Agalsa tiene cuatro centros de producción en varios municipios de Gijón, que suman más de 80.000 m2, con sede central en el polígono de Lloreda en Tremañes. La producción de Agalsa se destina a sectores diversos y para la construcción elabora armaduras para hormigón, estructuras en general, cerramientos y naves industriales. Además de la cabecera, el grupo se completa con las compañías Oxizinc-Agalsa, también en la misma situación concursal, con 27 empleados actualmente en un ERE temporal y unos activos valorados en 470.000 €. Completa el grupo Gijonesa de Transformados Industriales, que en breve entrará también en concurso de acreedores.