La multinacional Abengoa ha comenzado a negociar la presentación de un Expediente de Regulación de Empleo (ERTE) para toda la plantilla que emplea en España, integrada por unos 2.500 trabajadores. La compañía toma esta medida ante sus problemas financieros, que se están viendo agravados por el impacto del virus Covid-19. El objetivo de Abengoa es que sólo se mantengan unos 40 directivos operativos durante el estado de alarma.
Abengoa trata de afrontar así su complicada situación económica, que, entre otros, ha provocado el retraso de la presentación de sus cuentas correspondientes al ejercicio 2019 en unas tres semanas. En este sentido, su auditora PriceWaterhouseCoopers (PwC) ya ha indicado en los últimos meses su disconformidad con las previsiones de ingresos y el cumplimiento del plan viabilidad con el que la multinacional logró evitar el concurso y que regirá su negocio en los próximos 10 años. De hecho, Abengoa notificó el 2 de marzo a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que requería un informe de experto independiente -que ha sido encargado a KPMG- para la valoración de la participación de la sociedad en Abengoa Abenewco 2, que no había podido ser obtenido a tiempo. Esta mercantil es la que asume el negocio de Abengoa y la mayor parte de su plantilla, además de gran parte de su deuda.
A fecha de septiembre de 2019, últimos datos disponibles, Abengoa soportaba un pasivo de 3.907 M€, de los que 1.256 M€ eran deuda neta corporativa. En el mismo periodo disponía de un patrimonio neto negativo de 2.022 M€. También al cierre del tercer trimestre, su cifra de negocio se elevó hasta los 1.069 M€, con un Ebitda de 195 M y un resultado neto de 2.179 M€.