Sarens presenta una nueva grúa que se incorporará a su flota global: la SGC-90, una grúa de anillo eléctrica, respetuosa con el medio ambiente y especialmente diseñada para proyectos en los sectores de energía nuclear, logística, construcción y eólica marina. El primer proyecto en el que participará esta grúa será en el Reino Unido en un proyecto de energía eólica offshore. Esta grúa ha sido desarrollada en respuesta a la demanda del mercado de grúas de carga pesada con capacidades superiores a 80.000 TM. El diámetro de su anillo es de 35 m, el contrapeso máximo es de 2.700 t (equivalente a 9 aviones Airbus380-900) y el momento de carga máximo es de 99.000 toneladas. Se puede configurar de varias formas, con longitudes en la pluma principal que varían entre los 100, 120 y 130 m y con un plumín pequeño de 200 t. El plumín de Sarens, ligero y resistente, también se puede utilizar para llegar más lejos o alcanzar una altura de enganche más alta. La grúa SGC-90 tiene un montaje y desmontaje similar la grúa gigante SGC-120 de Sarens, aproximadamente de cuatro a cinco semanas.
Uno de los aspectos más importantes de la SGC-90 es que es una grúa eléctrica, es decir, se puede conectar a la red eléctrica y funcionar completamente sin una fuente de combustible tradicional. Además, cuando se conecta a la red, recupera toda la energía producida y la retroalimenta, reduciendo el consumo de energía hasta en un 40%. El funcionamiento de la SGC-90 es muy silencioso. Es energéticamente eficiente y respetuosa con el medio ambiente, no emite gases de contaminantes y no presenta riesgos de contaminación por fugas de aceite. Por último, la grúa es de fácil mantenimiento, sin bombas hidráulicas, filtros ni motores.