La fabricante de ladrillos cara vista Malpesa está apostando fuertemente por la industrialización, tras su salida del sistema de tejido cerámico Flexbrick. Así, la compañía ha desarrollado dos sistemas constructivos propios que permiten la prefabricación integral de fachadas y que ha presentado en la feria Rebuild. El primero de ellos es el sistema Iris, para ejecutar celosías de diferentes espesores y opacidades, mediante ladrillos cara vista, cuyo comportamiento térmico es similar al de una fachada muy ventilada. El sistema está compuesto por cuatro elementos: las piezas cerámicas; el sistema de modulación, que comprende pletinas de arranca y coronación, espaciadoras, perfilería vertical y separadores para dilatación térmica; el sistema de retención, encargado de mantener la perfilería vertical en su posición y asumir los esfuerzos de las acciones que actúan sobre la fachada, y los elementos complementarios, como cierres laterales, suplementos de nivelación de aluminio, etc. En este sentido, Iris no requiere para su instalación del uso de morteros o adhesivos. Con tres variantes, fachada pasante, confinada y deslizante, las principales ventajas de Iris son su facilidad de montaje, sus múltiples posibilidades de diseño y su gran robustez.
El segundo sistema industrializado presentado por la firma es MAPS (Malpesa Architectural Panel System). En concreto, MAPS consiste en un panel ligero compuesto por una estructura de tres capas, una exterior de plaqueta de ladrillo cara vista; una intermedia de aislamiento y una tercera de material rígido (cemento reforzado o chapa) que aportará el acabado de la cara interior. Estos paneles son autoportantes y se fijan a la estructura del edificio mediante anclajes que transmiten su peso y las cargas del viento a la estructura. Respecto a la cuestión térmica, un panel estándar de unos 12 cm de espesor cuenta con una tramitancia térmica ingerior a 0,27W/m2 K, con lo que cumple con los requerimientos de la gran mayoría de la geografía nacional, con ausencia de puentes térmicos. Además, proporcionan buenos resultados de contaminación acústica y resultan muy duraderos, con nulo mantenimiento. Por último, las posibilidades creativas son prácticamente infinitas, dada la gran variedad de modelos y formatos de ladrillos cara vista disponibles.