Isozaki Atea: Una puerta al nuevo Bilbao
El complejo que el grupo URVASCO promueve en la orilla izquierda de la ría
de Bilbao va más allá de una simple promoción residencial al uso. Con ella,
el prestigioso arquitecto japonés Arata Isozaki, autor del proyecto, suma
su firma a la de otros “primeros espadas” de la arquitectura que han dejado
su sello en la nueva cara que ofrece orgullosa la ciudad vasca. El complejo
contribuye además a la regeneración urbanística en la que se halla sumida
la capital desde hace unos años, al recuperar una antigua zona portuaria y
unir el frente de la ría con el ensanche de la ciudad.
La transformación y regeneración urbanística experimentada por Bilbao en la
última década ha sido espectacular, aunque el lavado de cara de la ciudad
está lejos de haber concluido. En las riberas de la ría, grandes
arquitectos internacionales han ido dejado su impronta en una serie de
obras muy reconocibles como el metro (Norman Foster), el museo Guggenheim
(Frank Gehry), el puente Zubi-zuri (Santiago Calatrava) o la proyectada
torre de Abandoibarra (César Pelli), entre otras. Otra de las firmas más
reconocidas a nivel internacional, el arquitecto japonés Arata Isozaki, da
nombre al próximo referente arquitectónico en inaugurarse en la orilla
izquierda de la ría, ésta vez en el área de Uribitarte. Isozaki Atea (La
Puerta de Isozaki, en castellano) es un conjunto de siete edificios
destinados principalmente a uso residencial (317 viviendas de lujo y 783
plazas de aparcamiento), aunque también albergará un área comercial (8.204
m2), oficinas (1.500 m2), dependencias para el Ayuntamiento y un centro
para la tercera edad. El proyecto está encabezado por dos torres contiguas
de 82 metros de altura a las que acompañan los otros cinco edificios, de
entre cuatro y ocho plantas, dispuestos en forma de biombo. Los dos
edificios principales están separados por una escalinata que va desde los
35 hasta los 50 metros de anchura y se conectarán con la ría por medio de
una prolongación del puente “Zubi-zuri”. Desde el punto de vista
urbanístico, el conjunto busca unir la ribera de la ría con el Ensanche de
la ciudad, separados hasta ahora por un desnivel de hasta 14 metros, por
medio de la escalinata. Así, se quiere convertir en la “puerta” de acceso
de la ciudad para recuperar el frente de la ría en lo que antes era una
zona portuaria. Asimismo, el desarrollo se está levantando sobre el antiguo
depósito franco de mercancías, parte de cuya estructura ha aprovechado. En
total, el desarrollo se ubicará sobre una superficie de 41.446 m2 e
incluirá dos nuevas plazas que contribuirán a la regeneración de esta
antigua área industrial. El desarrollo, que absorberá un presupuesto
superior a 90 M.EUR, lo lleva a cabo la sociedad IBAIBIDE, integrada en el
grupo promotor URVASCO, con sede en Vitoria y una facturación de 485 M. en
2005. El proyecto, que se inició en 1999 y cuyas obras dieron comienzo en
primavera de 2003, estará totalmente concluido para mediados del próximo
año. Las torres que los bilbaínos verán dentro de unos meses tendrán cuatro
plantas menos que las proyectadas originalmente, debido a las restricciones
que impuso la Diputación vizcaína. La institución foral también rebajó de
13 a 8 plantas la altura de las cinco edificios adyacentes y aumentó en
5.600 m2 la superficie destinada a espacios libres. No ha sido éste el
único recorte que ha sufrido el proyecto original, al que el Ayuntamiento
de la capital ya redujo en un 16% su volumen edificatorio. La
rehabilitación del muelle de Uribitarte ya había tenido un intento fallido
en la década de los 80, que terminó en quiebra fraudulenta y la fuga del
antiguo promotor de un complejo de oficinas en la zona. Años después, el
Ayuntamiento recalificó los terrenos y aprobó el proyecto residencial
presentado por URVASCO, quien asumió el 15% de la deuda dejada, y contrató
al arquitecto japonés para desarrollar la idea. A nivel técnico, la obra
contaba con la complejidad de la cimentación reforzada del conjunto sobre
los cimientos del antiguo depósito franco, que se ha salvado mediante la
utilización del método de “losa postensada”. La técnica consiste en
producir una losa de hormigón armado de entre 60 y 90 cm. de grosor, por
cuyo interior pasan unas vainas con tendones de acero que se tensan poco a
poco con posterioridad. Entre pilar y pilar se coloca una junta de neopreno
y acero sobre la que se ubica la losa con tendones de acero.
Ficha Técnico-Económica:
Novedoso muro cortina
Con todo, quizá el elemento más reconocible de esta construcción sea el
muro cortina de vidrio que envuelve las dos torres principales. En
conjunto, la fachada cubre una superfice total de 15.000 m2. Se trata de un
muro cortina de fachada modular de silicona estructural con ventanas de
apertura hacia el interior. La exigencia del arquitecto japonés en su
concepción del edificio era que quedaran ocultos los perfiles de aluminio
de las ventanas. De esta manera, la solución adoptada fue unir el cristal a
los bastidores de las ventanas mediante una silicona especial para lograr
el efecto de continuidad que buscaba el profesional nipón. La utilización
de la silicona permite lograr un resultado más estético en el exterior al
no requerir perfilería metálica. Además, la instaladora encargada de su
ejecución, la burgalesa FACHADAS RIVENDI, ideó un sistema de anclajes que
permite la apertura de las ventanas hacia adentro, un acto que no era
posible hasta ahora en este tipo de fachadas. Asimismo, los otros cinco
edificios del conjunto combinarán en su fachada el vidrio, ladrillo
caravista rojo y granito verde. En materia de seguridad, todos los
elementos estructurales de los edificios cuentan con una resistencia al
fuego como mínimo de dos horas, y la propia estructura está diseñada para
impedir que éste se propague entre plantas. Además, cada escalera de ambas
torres dispone de una columna seca que permite a los equipos de extinción
llevar el agua desde el exterior del edificio hasta cada una de las
plantas.
Gustavo López
gustavo.lopez@alimarket.es
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