Fundacion ECOTIC
España ha asumido en buena medida el esfuerzo de implantar los mecanismos necesarios para dar cumplimiento a los objetivos de recogida, reciclado y valorización de electrodomésticos y aparatos eléctricos que emanan del Real Decreto 208/2005, a punto de cumplirse el próximo agosto cuatro años desde la entrada en vigor de dicha normativa. Pero, ¿el antiguo frigorífico, televisor, MP3 o teléfono móvil representa verdaderamente materia prima a disposición de nuevos procesos industriales? ¿Fabricantes, distribución y usuarios asumen sus responsabilidades? ¿Están hoy día todos y cada uno de estos agentes comprometidos por igual?
El reciclaje de los aparatos inservibles es una verdadera problemática que todavía suscita no pocos escollos, pese a que nuestro país cumpla con la recogida de viejos productos que marca la Ley (4 kg. persona/año) con un volumen anual de materia tratada superior a 200.000 toneladas de las que se obtienen materiales para nuevos procesos industriales o, en su caso, residuos susceptibles de uso como fuente de energía. Por regla general, el distribuidor/comercio tiene bastante asumido su papel; recibir los aparatos que entregue el usuario al adquirir otro del mismo tipo y asumir sus obligaciones como productor si es que comercializa AEE con marcas de su propiedad. Los principales flecos competen a otros actores de la escena.
En primer lugar, y mientras los fabricantes más representativos de cada ramo asumen el imperativo adheridos a los SIG, un gran número de productores de aparatos eléctricos y electrónicos (que no del mercado) incumple en cambio sus obligaciones. Para estas compañías que no financian la correcta gestión ambiental de los residuos generados por ellas mismas existe incluso una singular denominación: “free riders”. Ocurre que la Ley encomienda al colectivo la financiación del proceso, siendo para ello imperativo declararse como empresa productora en la comunidad autónoma donde tenga su sede social e inscribirse en el Registro Nacional del Ministerio de Industria (REI-RAEE). Pues bien, se cuentan por millares las empresas que eluden su cometido, en su mayor parte comercializadoras de PAE, material informático y pequeños dispositivos de electrónica de consumo, en muchos casos mediante venta promocional y por tanto al margen de la distribución tradicional. Y es éste un problema auténtico que provoca peligrosas distorsiones, puesto que las cuotas de responsabilidad que asigna el Registro a cada productor “legal” son por lo tanto superiores a las reales y, en consecuencia, su contribución económica al proceso se ve distorsionada al alza.
En este contexto, los principales SIG operativos en nuestro país, verdaderos artífices de toda la maquinaria de gestión de residuos, se han vuelto especialmente proactivos en la realización de campañas de inspección y auditorías a fin de velar porque no se grave a las empresas adheridas con las responsabilidades de financiación de otros. Por ejemplo, el observatorio del Registro de Productores de Aparatos Eléctricos y Electrónicos (ORPAEE) notifica a la Administración información sobre quienes incumplen sus obligaciones de registro y financiación, a la vez que le reclama las sanciones correspondientes.
Otros agentes entre quienes encontramos un grado de compromiso desigual son por un lado las comunidades autonómas, tres de las cuales (Asturias, Cantabria y Baleares) seguirían sin autorizar a los SIG y, por otra parte, el consumidor. La colaboración de estos últimos resulta crucial porque el usuario tiene una gran influencia sobre los volúmenes de RAEE que se recogen y se reciclan, al tener la responsabilidad de entregar los aparatos de los que quiera deshacerse llevándolos a los puntos de recogida habilitados a tal efecto siempre y cuando no sea retirado por el establecimiento que, dado el caso, le venda otro nuevo.
Esta toma de conciencia por parte del público ha experimentado grandes progresos en todo este período e incluso el ciudadano de a pie tiene una somera idea de los servicios de puntos limpios próximos a su vivienda gracias a iniciativas como, por ejemplo, la web puntolimpio.info. Sin embargo, aún queda una larga labor de concienciación y divulgación en materia de gestión de residuos de aparatos eléctricos y electrónicos, por lo que las campañas de sensibilización y divulgación en televisión, prensa, radio o publicidad exterior deben continuar siendo una constante para que el “ánimo” no decaiga.
Del mismo modo, deben ser constantes las acciones programadas con vistas a ‘facilitar’ cuanto sea posible la colaboración del usuario en la recogida de elementos. Sobre este particular, la Fundación Ecopilas constituida por Asimelec en el año 2000 pero cuyo comienzo efectivo de operaciones se produjo en septiembre de 2008, nos ofrece un reciente ejemplo. Ha ubicado ya 4.000 de los 30.000 contenedores para pilas y baterías usadas, que ha denominado ‘Recopiladores’, y que tiene previsto emplazar por toda la geografía española hasta 2011. Y lo ha hecho en el marco de una “necesidad imperativa para el Medio Ambiente ya que en España se consumen 400 millones de pilas al año, unas 9 por habitante, de las que en algunos casos son reciclables hasta en un 75%,”, comenta José Pérez, presidente de Ecopilas. Según sus datos, actualmente se estarían recogiendo en España en torno al 18% del total de pilas, baterías y acumuladores portátiles que se ponen a la venta en el mercado; pero las previsiones de Asimelec-Ecopilas son optimistas respecto al objetivo marcado por la nueva ley, que exige alcanzar un 25% en 2011 y el 45% para 2015.
Implementar medidas en connivencia con otros SIG es, por último, otro aspecto de interés en el concierto actual. Así, se incorporaba recientemente al comité directivo de WEEELABEX (en inglés, “WEEE Label of Excellence”, es decir, etiqueta de excelencia de residuos de aparatos eléctricos y electrónicos), un proyecto que establece un estándar europeo respecto a la supervisión de las empresas de gestión involucradas en el proceso que fue presentado por el WEEE Forum el pasado 2008 y está cofinanciado por el “Programa Life+” de la UE para aplicarse en los veintisiete Estados miembros.
juancarlos.oliver@alimarket.es