James Dyson Award revela los dos ganadores mundiales de 2025, quienes recibirán 36.000 € por sus inventos enfocados en mejorar la precisión del control de la calidad del agua y la vida de las personas con Parkinson.
WaterSense es el ganador mundial en sostenibilidad. Inventado por Filip Budny, de Polonia y doctorado en nanotecnología por la Universidad Tecnológica de Varsovia. WaterSense es un dispositivo autónomo de control de la calidad del agua. Sustituye el muestreo manual y ocasional por un control en tiempo real basado en inteligencia artificial y alertas tempranas de contaminación.
OnCue es el ganador mundial en la categoría de medicina. Inventado por la diseñadora de producto italiana Alessandra Galli, graduada por la Universidad Tecnológica de Delft (Países Bajos), es un teclado inteligente para personas con Parkinson. A diferencia de los teclados de asistencia existentes, integra señales terapéuticas en su diseño que reducen los errores de escritura y ayudan a controlar los temblores y la rigidez, síntomas comunes de la enfermedad.
Tras 20 años, el premio James Dyson Award ha apoyado a más de 400 inventos de estudiantes de todo el mundo con alrededor de 1,7 M€ en premios. Este año se han recibido más de 2.100 propuestas de inventores de 28 países y regiones.
James Dyson, fundador de Dyson, afirmó: “James Dyson Award apoya a jóvenes inventores que piensan de forma diferente y aborda los problemas del mundo real. Nuestros ganadores de 2025, Filip y Alessandra, son un ejemplo de ese espíritu: analizan cuestiones sanitarias y medioambientales complejas con soluciones prácticas e ingeniosas. Espero que ganar el premio les sirva de trampolín para comercializar sus inventos, que son líderes a nivel mundial”.
Ganador en sostenibilidad: WaterSense, inventado por Filip Budny
El problema
Según el informe de la Comisión Europea sobre la aplicación de la Directiva Marco del Agua,1 en España el 42% de las masas de agua superficiales no alcanzan un buen estado ecológico. Los ríos y lagos son especialmente vulnerables: a diferencia de los océanos, son más pequeños, tienen un flujo más lento y están más expuestos a fuentes de contaminación terrestres como la escorrentía agrícola, las descargas de aguas residuales o los desechos industriales2.
El informe recoge que, en España, la vigilancia de la calidad del agua presenta aún ciertos desafíos. Mientras que las zonas costeras cuentan con un seguimiento más constante, los ríos y embalses suelen analizarse con menor frecuencia, lo que puede limitar la detección de algunos episodios de contaminación. Entre las principales presiones sobre los ecosistemas acuáticos destacan la contaminación procedente de la agricultura, los vertidos puntuales de aguas residuales urbanas y las modificaciones hidromorfológicas —como embalses, canalizaciones o cambios en el régimen natural de caudales—. Además, los controles suelen centrarse en parámetros como el nitrógeno y el fósforo, mientras que otros compuestos, como metales, pesticidas o microplásticos, se miden con menor regularidad.
La solución ganadora
Filip Budny, doctorando en nanotecnología, está mejorando la manera en que se monitoriza la calidad del agua con su invento, WaterSense. Este dispositivo mide de forma autónoma y en tiempo real la calidad del agua de ríos y lagos, permitiendo una detección temprana de la contaminación.
WaterSense se alimenta de las propias corrientes naturales del agua gracias a un hidrogenerador integrado. A diferencia de los sensores convencionales, fabricados con componentes de plástico y metal, WaterSense utiliza sensores de papel reciclable y de bajo coste para medir más de 20 indicadores clave de la calidad del agua, como el pH, el oxígeno disuelto, los nitratos, los cloruros y la conductividad. Además, toma muestras a tres profundidades personalizables, lo que permite un análisis por capas, capaz de detectar contaminantes ocultos bajo la superficie.
Los sensores se sustituyen automáticamente cada día —como si se avanzara un carrete de fotos en una cámara—, garantizando una precisión de laboratorio sin intervención manual. Los sensores usados permanecen almacenados dentro del dispositivo hasta que el carrete se reemplaza al cabo de 12 meses, manteniendo el sistema en condiciones óptimas durante todo el año.
El dispositivo transmite datos a través de redes móviles a una plataforma en línea impulsada por inteligencia artificial, según las necesidades de monitorización. La plataforma analiza el estado del agua y aprende activamente de los datos y patrones previos para predecir episodios de contaminación con hasta 72 horas de antelación. Los resultados están disponibles públicamente en una página web, ofreciendo a comunidades y autoridades locales la información necesaria para actuar a tiempo y proteger los ecosistemas acuáticos.
Actualmente, los prototipos de WaterSense se están probando en 20 ubicaciones de Polonia en colaboración con empresas de agua y gobiernos locales. Tras ganar James Dyson Award, Filip planea seguir perfeccionando la tecnología y lanzar WaterSense en otros países.
James Dyson, fundador de Dyson, comentó: “Los sistemas actuales de monitorización de la calidad del agua son lentos, manuales y esporádicos. Filip, nuestro ganador en la categoría de Sostenibilidad, ha creado WaterSense para medir la calidad del agua en tiempo real y predecir de forma inteligente la contaminación antes de que ocurra. Utiliza sensores de papel que registran múltiples indicadores de calidad del agua a diferentes profundidades, ofreciendo mediciones más precisas. Es un ganador muy merecido, y espero ver WaterSense flotando en todos los ríos del mundo”.
Filip Budny declaró al recibir el premio: “James Dyson Award demuestra que la innovación ambiental tiene una voz global. Me motiva a seguir avanzando: a construir, probar y desplegar sistemas que hagan que el agua limpia sea medible, predecible y accesible para todos. Ahora estamos centrados en ampliar las colaboraciones con agencias ambientales y socios de investigación en toda Europa, con el objetivo de convertir WaterSense en una red a escala continental para 2026. Nuestra visión a largo plazo es monitorizar la calidad del agua de los ríos de todo el mundo, incluido el río Ebro en España. Para hacer realidad este plan, estamos preparando nuestra primera ronda de inversión, con el fin de aumentar la producción y acelerar su implementación”.
Tamara Tokarczyk, profesora asociada e hidróloga del Instituto de Meteorología y Gestión del Agua de Polonia, añadió: “El WaterSense de Filip es la primera solución que permite una monitorización cualitativa sistemática y en tiempo real. Recoge datos de alta resolución que contribuirán de forma significativa al desarrollo de modelos de predicción fiables y beneficiarán tanto a la sociedad como a los ecosistemas”.
Ganador en la categoría médica – OnCue, inventado por Alessandra Galli
El problema
Según los últimos datos de la Sociedad Española de Neurología3, España es, actualmente, el noveno país del mundo con mayor número de personas con Parkinson. Entre los síntomas más comunes se encuentran los temblores, los episodios de bloqueo y la bradicinesia —una condición que ralentiza los movimientos y dificulta el control motor—. Estos desafíos hacen que escribir en un teclado resulte difícil y, a menudo, frustrante.
En la actualidad, los teclados adaptados ofrecen características como teclas más grandes, colores de alto contraste y diseños divididos. Sin embargo, carecen de estímulos terapéuticos, como vibraciones específicas o retroalimentación visual, que respondan a los síntomas motores del párkinson.
La solución ganadora
Alessandra Galli, graduada en diseño de productos integrados, busca ayudar a las personas con párkinson a desenvolverse con confianza en el mundo digital actual. Su invento, OnCue, es un teclado inteligente y asequible que se combina con pulseras para facilitar y hacer más precisa la escritura. Combina estímulos hápticos y visuales para aliviar los síntomas del párkinson.
OnCue envía suaves vibraciones a través del teclado y las pulseras cada vez que se presiona una tecla, ayudando a los usuarios a mantener un ritmo constante y a sentir mejor las teclas. Cuando una tecla se mantiene presionada demasiado tiempo, la vibración aumenta gradualmente, animando al usuario a soltarla y continuar. Con la ayuda de la inteligencia artificial, OnCue predice las siguientes letras y las ilumina en el teclado, ofreciendo señales visuales que reducen errores y titubeos.
Inspirado en los teclados de videojuegos, OnCue presenta un diseño compacto y dividido que reduce la tensión en manos y brazos, con bordes elevados en las teclas para minimizar errores al escribir. Compatible con la mayoría de los ordenadores y portátiles, se conecta por Bluetooth y funciona con una batería que dura hasta una semana con una sola carga.
Alessandra diseñó OnCue para que sea personalizable, consciente de que los síntomas varían mucho entre personas e incluso a lo largo del día. Los usuarios pueden ajustar la intensidad de las vibraciones tanto en el teclado como en las pulseras, así como su iluminación según sus necesidades.
Actualmente, Alessandra está desarrollando un software que permitirá personalizar aún más los patrones de vibración y adaptarlos a las rutinas y síntomas de cada persona.
Tras ganar el James Dyson Award, Alessandra planea seguir trabajando estrechamente con profesionales médicos y personas con Párkinson para obtener comentarios y seguir perfeccionando OnCue. Su objetivo es comercializar el dispositivo y ampliar su uso para ayudar también a personas con otras afecciones neurológicas, como el Alzhéimer o la distonía.
James Dyson, fundador de Dyson, afirmó: “Para quienes viven con Párkinson, escribir puede ser una experiencia frustrante. Alessandra ha afrontado este reto diseñando OnCue. Al escribir en el teclado, suaves vibraciones guían el ritmo mientras la inteligencia artificial predice e ilumina la siguiente letra. Las teclas tienen bordes elevados que ayudan a los dedos a encontrar la tecla correcta y reducir errores. Es una solución ingeniosa que permite a las personas con Párkinson y otras afecciones motoras mantenerse conectadas y comunicarse de forma independiente”.
Alessandra Galli añadió: “Ganar el James Dyson Award es tanto un honor como una confirmación de que dedicarme a este proyecto tras graduarme fue la decisión correcta. El premio no solo ofrece reconocimiento, sino también una oportunidad práctica para hacer avanzar OnCue. El apoyo económico es clave para completar el prototipo operativo y acercar el proyecto a las personas con Párkinson. Estoy segura de que este logro también me ayudará a ampliar mi red y abrir nuevas oportunidades para OnCue”.
Gert Pasman, profesor titular de la Facultad de Ingeniería de Diseño Industrial en la Universidad Tecnológica de Delft, señaló: “Tras vivir con Párkinson dura